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MORELIA, Mich., 12 de enero de 2016.- Dentro del Programa Nacional de Teatro Escolar, en su emisión número 21, y ante decenas de niños, regresó a temporada la obra “Elena sabe a dulce”, escrita por Hasam Díaz y presentada por el grupo Parasubidas Teatro, la cual aborda, además de la unión familiar, problemáticas como delincuencia y desaparición forzada, desde la perspectiva de una niña.
En entrevista, el director de la puesta en escena, Rafael Paz Camacho, explicó que la obra es de Hasam Díaz, egresado, igual que él, de la licenciatura en Bellas Artes, dependiente de la de la Universidad Michoacana (UMSNH), agregó que era una obra ganadora del Programa Nacional de Teatro Escolar.
Para el director, el tema que trata la obra, son temas complicados y fuertes, pero también temas cotidianos que están alrededor de todos los niños, aunque el tema pueda llegar a ser complicado a nivel de estructura social, la verdad es que los niños entienden, están cercanos a estos temas diario. Señaló que como creadores de teatro tienen esa responsabilidad también, de acercar a los niños a esos temas, “el teatro es un espacio de reflexión donde podemos encontrarnos con ellos de manera directa”
Dijo que en este momento van a la mitad de la temporada, de un total de 100 funciones, han hecho unas 53, las otras las harán, dijo, en estos días hasta el 10 de febrero, el 13 de febrero hacen develación de placa en el teatro Ocampo. El director dijo que tienen la intención de llegar a otros espacios al interior del estado, porque por el momento, mientras esté en control de las instituciones, las funciones serán en Morelia.
Natalia Reza, quien representa el papel de la tía Amaru, y es bailarina, explicó que es la primera vez que trabaja con niños en teatro. Dijo que ha sido una experiencia maravillosa, los niños son como alimento que nutre su trabajo, porque cuando escuchan que llegan y se sientan en las butacas, el elenco se emociona. Indicó que se le ha hecho muy rápida la mitad de la temporada que llevan presentando la obra, la cual ha sido muy intensa por lo compacto del tiempo, “nunca en mi vida había dado tres funciones diarias”.
Respecto al tema que aborda la puesta, la artista escénica dijo a Quadratín que al principio le preocupaba, “cuando leí el guión, se me hizo muy duro de decir lo que les decimos a los niños, sin embargo el tratamiento desde el texto es muy bueno, y a la hora de pasarlo a escena ha sido maravilloso, detallado y preciso” indicó.
Olivia Cardona, actriz egresada de la UMSNH, quien hace el papel principal de una niña llamada Elena, dijo en entrevista que ha trabajado poco con niños, y que ellos le requieren mucha energía, porque toda su atención está centrada en el artista en el escenario, “tienes que ser lo suficientemente generoso para responder a toda esa atención que ellos dan, entonces, hay un desgaste físico importante en las funciones pero hay una energía que se retroalimenta”.
Dijo que también se nota la diversidad en edades de los niños, porque con adultos no importa la edad, pero los niños de cinco años contra los de 15 es abismal la diferencia, es como si las funciones fueran distintas, “esta vez estuvieron muy tranquilos, pero en una ocasión nos presentamos ante unos 400 niños, algunos, los más chicos, estaban desesperados, o se emocionaban con las cosas que son más de juego, como la pelota, o el movimiento mismo, pero el texto les pega más a los grandes, que se percatan lo que le sucede a la niña”.
La actriz dijo que le enriquece mucho saber que todavía los niños guardan esa sensibilidad, y explicó que en ocasiones que tiene que dar funciones en algunas comunidades alejadas, los niños le expresan que de grandes quieren ser “sicarios”, y entonces se puede pensar que ellos ya están insensibles y han normalizado esos temas.