MORELIA, Mich.,  21 de octubre de 2014., La revolución escultórica del hierro es un concepto innovador de arte que va de la mano con el reciclaje y la transformación de chatarra en figuras caprichosas que atraen las miradas de quien camina por el Jardín de las Rosas.

Su creador, Caros Andrade Estrada nos explica cómo fue que un día decidió comenzar a crear con sus manos piezas únicas e irrepetibles una con otra, teniendo en su haber más de 400 piezas que en su mayoría forman ya parte de colecciones privadas a lo largo de estos tres años trabajando.

“Al principio yo quería estudiar música, pero me di cuenta que soy muy perezoso para eso, un día tomé una plastilina y descubrí que tenía habilidades para la escultura, ahora a donde volteo veo las cosas transformadas en arte dentro de mi mente”, relata el joven hasta cierto punto introvertido.

De padre escultor confiesa que por su mente jamás estuvo la idea de seguir sus pasos y que fue tiempo después del evento con la plastilina y después de experimentar varias técnicas, que se definió por el ensamblaje en chatarra.

Se declaró amante de la música, del jazz específicamente, lo que se ve reflejado en su exposición improvisada instalada en el pasillo central del Jardín de las Rosas a donde llega una joven y compra una escultura de corazón hecha de tuercas.

Invitó a los críticos de arte y al público en general  a no ser tan conservadores en la apreciación del arte y a dejarse conquistar por ésta innovadora técnica que forja con el duro metal, el cálido concepto de un arte revolucionario.