MORELIA. Mich, 23 de octubre de 2913.- “Yo no sé qué es una clase magistral, sólo sé que tengo que enseñar algo sobre algo, no sé sobre qué, pero voy a tratar”, con esas palabra inició su ponencia el director chileno Alejandro Jodorowsky, quien convocó a miles de personas en el teatro Morelos la tarde del presente miércoles.
El escritor platicó a los asistentes, algunas de sus experiencias y filosofías de vida que ha formado a lo largo de sus 84 años y recomendó que: “no acudan a una escuela de cine, se van a convertir en esclavos del cine americano y no vale la pena”.
El creador del Topo comentó que le tenía miedo a la gente “normal” y expresó que “en mis películas nunca pongo a alguien normal, mis personajes son anormales”.
El escritor dio a conocer que él inició en el cine debido a que quería hacer una película con imágenes que las personas la vean una vez y no las olviden nunca, que les cause un impacto emocional, algo que se quede y agregó que: “yo pensé hace mucho en hacer un cine en que las personas reciban un impacto emocional o intelectual y que salgan con algo”.
Jodorowsky comparó el cine que se está haciendo en la actualidad diciendo que: “para hacer cine se tiene que saber lo que es un ser humano, si no sabes lo que es el ser humano no puedes hacer cine porque el cine te tiene que mostrar un ser humano, pero no en la forma que el cine actual lo muestra que es un ser industrial, un ser vil, asesino, héroe caído o un anti héroe, todas las películas que he visto hablan del dinero, parecería que lo único que existe de sublime en el ser humano es el dólar”.
El guionista compartió con los asistentes durante una hora sus pensamientos, experiencias y hasta chistes.
Alejandro Jodorowsky se presentó en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia ya que estrenará su más reciente creación titulada La danza de la realidad la noche de este miércoles en cinépolis centro.
Posteriormente de su ponencia, contestar algunas preguntas y bromear con los asistentes, Jodorowsky realizó una firma de su último libro que también se llama La danza de la realidad.