Concierto de Café Tacuba, desde la pantalla de un celular

MORELIA, Mich., 7 de diciembre de 2014.- Irreverente como siempre, Rubén Albarrán, se burló de quienes van a conciertos para verlos a través de una pantallita –con las que se capturan recuerdos- y reclamó a los morelianos ser de los públicos que esperan que todo lo haga el artista porque no bailaban ni cantaba al ritmo que marcaba.

Agradeció, eso sí, las mañitas que le ofrendaron por los 25 años de la fundación de Café Tacuba y los 20 de Re, su segundo disco, motivo de la gira que realizan y que permitió, la noche de éste sábado, compartir con la banda la música, el baile y la luna llena que calificó como bellísima.

Más directo no pudo ser y desde el principio advirtió que como el motivo era Re, tocarían las 20 rolas del disco completitas para que ni se desgastaran pidiendo la chilanga banda. Y así fue.

Pero no solo fueron las canciones, fueron los nombres de éstas las que dieron pie a reflexiones como la soledad que ya casi nadie conoce porque todo mundo tiene aparatitos con los que manda besos y abrazos para rehuirla, para no soñar, para no saber que se va a ser y a hacer al día siguiente.

La chacota también para quienes se levantan todos los días a las cinco y media de la maña para ir a entregarse a corporativos a los que les vale madre su gente, porque piensan que están haciendo algo importante que les permite hacer cosas importantes como comprar.

Luego un receso que pareció final y que dejó ver que a los tacubos les gusta la mala vida porque no respondieron a los coros de oe, oe, oe, café, café, pero salieron luego de varios cuuuuuuleros y entonces sí la chilanga banda, el Tibiri Tabara y hasta la Chica Banda.

Ya picados, los morelianos no los dejaban ir, pero como condición Rubén puso el quiebre de rodillas hasta abajo y como en el graderío es un tanto complicado hacer esos movimientos fue que les reclamó su falta de disposición y dijo que solo iba a cantar para los de barrera donde, como había sugerido, cada quien agarró a su pareja y los que no llevaban agarraron parejo al ritmo de Cómo te extraño mi amor.