Con el juego de la lotería disfrutaron morelianos de obra teatral
MORELIA., Mich, 8 de diciembre de 2014.- La Casa de la Cultura, es uno de los inmuebles más emblemáticos de la ciudad de Morelia, edificada por los monjes Carmelitas en el año 1599 a sólo seis años de su llegada a la ciudad de Valladolid por mandato del primer Virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza y Pacheco para evangelizar a sus habitantes.
El escudo de los Carmelitas se puede apreciar en diversas partes del lugar, el cualmuestra una cruz que representa el catolicismo, un ancla que personifica la forma en que llegaron a México a través del mar, una corona que simboliza a la virgen del Carmen como la reina madre y tres estrellas teologales que son la fe, caridad y esperanza.
El patio principal llamado actualmente Jesús Escalera, era el lugar donde los monjes tenían hortalizas, caballerizas, bodegas y la cocina para los trabajadores.
Debido a que la Orden de los Carmelitas vivían en retiro espiritual, es decir no salían del convento, realizaban en dos de los patios del lugar trueques con las personas de la ciudad, quienes además de intercambiar alimentos, podían disfrutar cada 16 de julio el festejo que los monjes realizaban a la Virgen del Carmen.
El comedor principal, actualmente utilizado para clases de baile, cuenta con un fresco recientemente restaurado que representa la sagrada familia y unos ángeles para el resguardo del comedor; una de las piezas que sobresale del lugar, es un pequeño púlpito, al cual subía el monje que se encontraba en ayuno para leer la biblia a los demás mientras comían los sagrados alimentos.
Uno de los lugares más importantes del inmueble es la cúpula, lugar donde resguardaban a la Virgen del Carmen, la cual, se encuentra en lo que era el área de enfermería, en el techo previo a entrar a la bóveda, se aprecian las figuras que representan a la sagrada familia, Jesús, María y José.
En lo que antes era una biblioteca en el segundo piso del convento, se puede apreciar una pequeña fuente, ya que antes de agarrar un libro los monjes tenían que lavarse las manos, acción que representaba la purificación.
El segundo piso del lugar albergaba las habitaciones de los frailes, en la actualidad son utilizados como salones y oficinas.
No nos podíamos ir de la Casa de la Cultura sin antes visitar las criptas de los religiosos, anteriormente llamada la antesala del cielo, en la que se aprecia en el centro un ojo de agua y algunos frescos del siglo XVII y dos túneles que se conectaban con la Catedral y con San José.