Con ponencia, impulsa Paco Ignacio Taibo II la lectura en alumnos Cobaem
MORELIA, Mich., 19 de octubre de 2022.- La pandemia por el Covid 19 provocó muchos cambios y adaptaciones, y el rubro educativo no fue la excepción; en el caso de la Universidad Latina de América (Unla), alumnos y estudiantes debieron adaptarse a un reto, particularmente los del área de Gastronomía.
Denise Castillo, directora de esta licenciatura, señaló que cuando inició esta alerta sanitaria la institución suspendió actividades presenciales y, como el resto del sistema educativo, recurrió a clases virtuales, pero en su caso, que la práctica presencial es primordial, implicó un desafío para no mermar la enseñanza.
La solución fue organizar minuciosamente entre todos los integrantes de esta licenciatura un esquema para que en los meses más complejos de la pandemia se tuvieran clases a distancia solo con el aspecto teórico, esperando que al pasar la gravedad se retomara la presencialidad y con ello, reponer los talleres culinarios.
“Tomamos la decisión de parar prácticas con el riesgo que eso conllevaba, tuvimos reuniones y planteamos el compromiso de que en el momento que podamos regresar los jóvenes tendrían todas sus clases prácticas con las actividades en cocina.
“Las prácticas se fueron posponiendo y acumulando hasta tener un total de 680 clases pendientes; eran jornadas de lunes a sábado, muchas veces de 9 horas hasta las 20 o 21 horas y durante un año y medio los padres pagaron la colegiatura completa y nosotros dijimos ‘hasta donde tope pero vamos a cumplir’, y esta semana, el 21 de octubre, cumplimos con esas 680 clases pendientes”.
Recordó que en un principio se creyó que serían solo unas semanas de virtualidad, pero por el contrario, la pandemia no cedía y la espera para regresar a sus espacios se postergaba, hasta que finalmente se dio, se organizaron y este 21 de octubre cierra este pendiente.
“Nos dijeron como primera fecha tentativa de regreso el 23 de abril, y la decisión fue generar un proyecto, un programa que se llama Unla Synchronic que era un conjunto de plataformas para clases virtuales, subir tareas y posteriormente calificaciones”.
Aunque fue una experiencia retadora, se dijo satisfecha de la respuesta de los jóvenes que acudían a sus clases en las cocinas gustosos, ya que pese a lo exhaustivo que representó el recuperar estas prácticas, se pudo cumplir con creces el compromiso con los alumnos y los padres de familia.
“Fue maratónico, muy cansado, y reconozco a mis profesores comprometidos, entregados, cansados, pero con esa satisfacción que te da el haber cumplido, con eso se paga todo el cansancio”.