Destacan importancia de conocimientos tecnológicos de alumnos y maestros

MORELIA, Mich., 17 de diciembre de 2020.- Como parte del Congreso Internacional de Innovación Educativa, organizado por el Tecnológico de Monterrey, se presentó el panel magistral con el tema Cómo la colaboración público-privada puede favorecer la innovación en las universidades de América Latina y el Caribe, donde se destacó la importancia actual de los datos en las clases virtuales, y la necesidad de fortalecer los conocimientos en tecnología a alumnos y maestros.

En este panel magistral, participaron María Potes, del Instituto Politécnico de Santarém, Portugal; Luis David Prieto Martínez, vicerrector académico de la Pontificia Universidad Javeriana, de Colombia; y Juan Pablo Mena, CEO de U-Planner, como proveedor de servicios tecnológicos a instituciones. Como moderadora, estuvo Elena Arias, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Al respecto, la académica María Potes, indicó que los cambios en este tiempo han sido enormes, se pueden situar a varios niveles. “El primero es, sin duda, entre las familias. La realidad de cada familia de los estudiantes, porque hay unos que viven bien y tiene computadoras y acceso y ha podido acompañar el tiempo de pandemia de una forma tecnológica”, explicó.

En Portugal hay lugares con muy buena recepción de red, dijo, pero hay otros donde es un problema para tener conectividad, porque el mayor cambio en lo educativo es el tecnológico, de ha pasado de las clases presenciales a la distancia. En Portugal, la tecnología ha generado muchos cambios en las familias; “muchos estudiantes vienen de otras regiones, y han recibido a sus hijos en sus casas. Pero también hay un cambio en la vida de los profesores, ya no solamente trabajan mañana y tarde, sino en la noche”. Reconoció que en su caso, tiene que entrar en las noches para que los jóvenes no tengan dudas.

En el caso de Luis David Prieto, de la Pontificia Universidad Javeriana, lo que han aprendido y capitalizado en estos meses les propone un horizonte de transformación a las universidades en tres grandes dimensiones innovación curricular, innovación pedagógica y el fortalecimiento de los mecanismos de acompañamiento, especialmente para los estudiantes.

En la mirada de la universidad de futuro, debe tener una oferta académica muy flexible, dijo, que le garantice al estudiante una experiencia de vida, que pueda atender sus intereses, sus pasiones y expectativas. Por lo tanto, la riqueza académica en las instituciones de educación superior, va a estar cada vez más unida a la oportunidad de contar con diversas rutas formativas, que dialoguen con el mundo de las certificaciones, que permita períodos formativos dentro de la institución, fuera de ella, nacional e internacionalmente”, expresó.

Hay que poner un énfasis en pedagogías activas, sugirió el vicerrector académico de la Javeriana, y otro elemento importante, es sobre la articulación, que como instituciones les compete tener con las familias de los estudiantes, para favorecer una aproximación diferencial del aprendizaje y del bienestar integral, “la verdad es que no veo otra forma diversa para abordar los grandes desafíos que tenemos en materia de salud mental”, aseveró.

En esta mirada a futuro en las universidades, es muy importante fortalecer esta rutas de formación a lo largo de la vida, dijo, en ciclos más cortos a los que se va accediendo con mayor frecuencia, y que van permitiendo sobre todo la capacidad de reinventarse, lo que significa competencias que faciliten la cualificación para el desempeño en profesiones, en oficios, que se van descomponiendo y se van transformando dinámicamente.

En la transformación tecnológica, queda un reto gigantesco: cómo lograr que esa formación apoyada en tecnologías de información y comunicación, que llegó para quedarse, pueda desarrollarse con altos estándares de calidad y contemplando mecanismos de acompañamiento y bienestar universitario, que se expresen de manera innovadora en lo digital.

Otro rasgo, dijo, es un cambio radical en la manera de relacionarse con el contexto, debe permitir dialogar más con otras partes sociales, debe generar alianzas que aumenten el valor social a través de una oferta académica, “pensada más desde la solución de problemáticas que favorezca el trabajo inter y transdisciplinario, con la opción de hacer rendición de cuentas, desde la incidencia del trabajo académico, en la solución de problemáticas, y en el liderazgo de las universidades”.

A su vez, Juan Pablo Mena, como proveedor de tecnología en las instituciones de educación superior, dijo que están apoyando a más de 100 instituciones. Expresó que en Latinoamérica les toca constantemente hablar de lo que significa la universidad del futuro. La ven como una universidad gestionada por datos, que está monitoreada completamente, que genera evidencia basada en datos, “todas las decisiones se toman en tiempo real y las de largo plazo se toma con evidencias basadas en datos”, refirió.

Se está dando una disrupción muy fuerte, dijo, a partir de ahora todas las unidades van a tener un plan estratégico sobre qué ocurriría si llega una pandemia, y cómo reaccionar ante eso, y no solamente pensar que todo será igual, ahora todo cambió y el tema híbrido es la punta del iceber de una enseñanza que se ha hablado desde hace años, qué es una mezcla de lo mejor de las dos cosas, presencial y virtual, y ver cuáles son los impactos de esto.

Hay que tener ética en el uso de los datos, dijo, porque al final seran la gran fuente de las decisiones que se tomarán, y debe asegurarse que en el ecosistema de esto, se cumplan todos los requerimientos de privacidad, de mantener los datos; vendrá un tema de madurez en los próximos años, aseguró.

Sobre la protección de datos, dijo María Potes, es una regla en Portugal; todos los webinars que hacen, deben tener algo que diga que las personas se pueden quedar con las imágenes, pero también los datos queden protegidos. “Otra palabra que está de moda es la cuestión de género, dónde se busca que chicos y chicas tenga la misma accesibilidad a la tecnología”, indicó, y sugirió que la tecnología sea accesible para todos, refeririéndose a la inclusión de las personas que tienen discapacidad; “las tecnologías tiene que ser más inclusivas”, expuso.

Por su parte, en la conducción, Elena Arias abordó también el tema negativo de la cuestión tecnológica, los efectos negativos de ésta en las instituciones, en la medida que buscan las grandes empresas tecnológicas por tener la ventaja, en general alianzas con las grandes universidades, lo cuál inundará el mercado de cuestiones híbridas a bajos costos y llevará al cierre de muchas instituciones.

Al respecto, María Potes indicó que todo lo que es tecnológico, ahora tiene una receptividad fantástica por parte de los estudiantes, y muy aceptable por parte de los profesores, pero intentando también ver la parte pedagógica de todo esto. “Lo que te queda claro es que la introducción de la tecnología no es posible para todos los estudiantes, y eso es para pensar”, dijo, y explicó que al no tener computadora los estudiantes, se tuvo que generar la televisión educativa, que acompañaba todos los contenidos.

La comunidad académica ve con buenos ojos las innovaciones, aseveró, “pero lo que quieren los profesores es interoperabilidad, que les den la herramienta y que ahí esté casi todo lo necesario para las clases, porque es difícil para un profesor que no es de tecnología, tener que hacer diferenciación entre contenidos y otras cuestiones que se dan”, expresó.

Por su parte, Juan Pablo Mena dijo que tienen modelos de colaboración con las instituciones, tener un canal donde a los estudiantes les llega la información es algo clave, y han trabajado con eso, porque es un problema al que se enfrentan los estudiantes, porque una universidad puede tener 20 plataformas, y una no combina con la otra, lo que confunde a alumnos e incluso a profesores, “hay que unificar esto y hacer una plataforma de alto nivel con todo lo que existe actualmente”, refirió.

En el caso del tema de internet, dijo, sigue siendo un asunto muy grave en América Latina, se han dado cuenta que hay problemas de conexión, porque a veces no hay los recursos para tener estas conexiones, que a veces son caras; “la universidad de futuro debe tener, básicamente, que cada estudiante tenga fibra óptica de muy alta calidad, que permita hacer esto; la tecnología debe ser simple de usar y unificadora”, expresó.