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MORELIA, Mich., 16 de diciembre de 2011.-Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Morelia, urgieron en la necesidad de incorporar el estudio de combustibles fósiles como estrategias de combate de incendios en la región de la Mariposa Monarca, en la entidad.Por lo que con la intención de contribuir con los mecanismos de combate de incendios realizadas por las comunidades rurales de la región de Mariposa Monarca, investigadores del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) en colaboración con la asociación civil Biocenosis, realizaron un estudio encaminado a fortalecer los comités de vigilancia ambiental participativa para la prevención y combate de incendios forestales en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.Al respecto, Diego Pérez-Salicrup responsable del laboratorio de ecología y manejo de recursos forestales del CIEco., explicó que durante gran parte del siglo XX prevaleció una percepción negativa sobre los incendios forestales pues se consideran, aún en nuestros días, causantes del deterioro de los bosques y de riesgos a la salud, e incluso a la vida. Actualmente, dijo, se reconoce que los incendios forman parte de la dinámica natural de muchos ecosistemas.En tal sentido, señaló que los combustibles forestales son un elemento importante para que existan o no fuegos en el bosque, y de ellos depende en buena medida la conducta de un incendio. Por lo tanto, “un primer paso para elaborar planes integrales de manejo de fuegos consiste en realizar una evaluación de dichos combustibles. El manejo de fuegos incorpora prácticas encaminadas a restablecer o mantener el régimen natural de fuegos, como quemas prescritas y controladas, reducir combustibles o establecer brechas cortafuego”, detalló.Agregó que factores como la diversidad de ambientes y tipos de suelo, la presencia de insectos descortezadores y las condiciones atípicas climáticas – lluvias copiosas o intensas sequías – son determinantes en la ocurrencia de incendios, sobre todo en las épocas más secas del año.Las prácticas de manejo de fuego, señaló Pérez-Salicrup, se han centrado en el establecimiento de brechas contrafuego como medida de prevención, y hasta la fecha no se conocen esfuerzos oficiales por inducir quemas prescritas.“En nuestra experiencia hemos observado que la supresión constante de fuegos puede derivar en una acumulación atípica de combustibles lo que generaría fuegos menos frecuentes pero de mayor intensidad, que a su vez, podrían alterar la estructura del bosque, el régimen de fuegos y la capacidad de regeneración de los bosques y se pondría en peligro la integridad de los sitios a dónde llegan las mariposas monarca” señaló el especialista en manejo forestal.Cabe decir que fue en mayo pasado los investigadores trabajaron en San Juan Zitácuaro, San Francisco Curungeo, Ejido Cierro Prieto y Ejido El Asoleadero. En los sitios pudieron constatar la carencia de material leñoso caído en el bosque, como ramas y troncos, lo que disminuye en gran medida la ocurrencia de incendios. Las zonas con mayores probabilidades de incendios son las que se encuentran cercanas a las zonas urbanas.El interés actual de este grupo de investigación es evaluar si las prácticas actuales de aprovechamiento forestal y manejo del fuego en los bosques de la Reserva de la Mariposa Monarca son consistentes con los regímenes naturales de perturbación por fuegos.