Depositan cápsula del tiempo en primaria de Taretan por cumplir 50 años
México, DF., 17 de.- “Ratón de biblioteca”, “nerds”, “matado”, son algunos de los motes con los que comúnmente se califica a los “niños genio”, a los pequeños que tienen sobrecapacidad intelectual; frases que llegan a lastimar la autoestima de los infantes, generando en ellos un sentimiento de rechazo.Con el fin de cambiar la percepción que se tiene de los niños con un coeficiente intelectual muy alto, el Centro de Atención al Talento (Cedat) y el Grupo Alianza Mexicana por la Sobredotación (AMS) llevará a cabo el próximo domingo la Tercera Reunión Anual de Convivencia de Niños Sobrecapacitados Mexicanos, en donde se espera asistan aproximadamente 300 infantes y sus familiares.Es un evento lúdico donde se podrá apreciar que el estereotipo que se tiene de un “niño genio” es falso, ya que son chicos con mucha vitalidad, que igual que los demás juegan, corren, gritan y se divierten.“Existen muchos prejuicios” en torno a los niños con un alto coeficiente intelectual. Comúnmente son calificados como “niño nerd” o “rata de biblioteca”, señala Andrew Almazán Anaya, director del Departamento de Psicología del Cedat.Almazán Anaya considera que se requiere mayor difusión para mostrar cómo son realmente los niños con sobrecapacidad intelectual para acabar con la falsa percepción que se tiene de ellos, y aprovechar sus habilidades en beneficio del país, las que se desperdician al confundirlos con pequeños que padecen Síndrome de Déficit de Atención (TDAH) o malos estudiantes.El licenciado en psicología, explica a Quadratín México que la sobrecapacidad intelectual no es una enfermedad, aunque generalmente esta condición es confundida con déficit de atención.La sobrecapacidad no requiere un tratamiento. Se debe tratar como cualquier niño normal, lo que si se requiere, asegura, es que se estimulen sus capacidades.De acuerdo a un estudio del Centro de Atención al Talento (Cedat), 95 por ciento de los niños sobredotados son diagnosticados con ese trastorno, por lo que en nuestro país, esta es la principal causa por la cual se pierden todos los pequeños con esas habilidades.Comenta que la falta de información a nivel social y profesional sobre el tema, genera que se hagan diagnósticos apresurados y sin fundamento. Para saber si un pequeño es sobredotado es necesario realizar una prueba de coeficiente intelectual, de esta forma se descarta que se tiene Síndrome de Déficit de Atención (TDAH).El niño no puede tener TDAH y sobrecapacidad pues son condiciones diferentes; es como decir que un niño es alto y bajo de estatura a la vez, ejemplifica Andrew Almazán.El que la mayoría de las personas desconozcan que existe la sobrecapacidad intelectual, provoca que al ver a un pequeño hiperactivo que se distrae, se piense que tiene déficit de atención, cuando no es así, pues la hiperactividad del sobredotado tiene su origen en la curiosidad por aprender.El hombre tiene por naturaleza el deseo por conocer y el niño con sobrecapacidad lo expresa siendo hiperactivo y distraído, pues al aprender muy rápido el pequeño tiende a aburrirse y a buscar la manera de saciar su afán de aprender.En cambio, e niño promedio es hiperactivo porque no entiende lo que se le enseña. El TDAH se relaciona a un coeficiente más bajo.“La hiperactividad como problema de atención no se puede controlar, aunque el niño se interese en algo lo va a seguir expresando, porque el problema es de un área cerebral, incluso una disfunción cerebral mínima”, aclara.Hay un contraste muy fuerte entre déficit de atención e hiperactividad. “En uno se da porque el niño aprende rápido y se aburre fácilmente y en el otro como no puede aprender se desespera por la incomprensión del tema”.Los niños sobredotados no son los mejores en la escuela; no son los que sacan 10, incluso tienen las peores calificaciones, porque, dice Andrew, entra en juego la conducta, la actitud de los compañeros y maestros y el rechazo social que reciben.Por eso asegura que el coeficiente intelectual es el distintivo para saber si un pequeño tiene déficit de atención o sobrecapacidad.Un niño que ha sido diagnosticado con ese trastorno se tiene que reevaluar, pues lo más probable es que esté equivocado, generando que si es un pequeño con alto coeficiente pierda sus capacidades por desuso o por el prejuicio que le produce que el niño crea que si está enfermo.Los niños sobredotados, agrega, se pierden por mal diagnóstico y porque no reciben un manejo adecuado para sus capacidades.De la soledad que padecen los pequeños con alto coeficiente, indica que 78 por ciento de los niños sobredotados se aísla, “pero no porque les guste, sino porque al ser rechazados y discriminados, como mecanismos de defensa” se terminan apartando; “son características que le denominados adquiridas en la comunidad”.Estos niños también sufren de bullying, el doble del que padecen los niños promedio, comenta el psicólogo más joven de México, como es conocido. La cifra oficial de bullying en los niños promedio es de 35 o 38 por ciento, en los sobredotados es de 79 por ciento. El bullying les genera aislamiento.Ante tal panorama es importante impulsarlos para evitar que conforme el pequeño crezca desaparezca su coeficiente intelectual, pues la inteligencia tiene una parte genética y otra ambiental; 33 por ciento de la población es genéticamente sobredotada, capacidad intelectual que se pierde cuando se llega a la adultez.La convivencia deportiva más grande de México de niños sobredotados intelectuales, se realizará en el Parque Ecológico El Batán.