MORELIA, Mich., 1 de diciembre del 2013.- Hay conocimientos que adquiere el alumno a través de libros o medios tecnológicos como las clases en internet; pero el papel del maestro es y será insustituible, ya que es su presencia e interacción el factor que transmite al alumno la seguridad en sí mismo, el gusto por aprender y quien puede detectar dentro del aula y con cada grupo en particular, la forma y el método idóneo para que los alumnos aprendan y comprendan los contenidos educativos, aseveró el Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Salvador Jara Guerrero.

 

De acuerdo con un comunicado de prensa, durante la mesa de análisis La Educación Básica vista desde la Educación Superior, que se llevó a cabo como parte del XXV Encuentro Nacional de Investgación Educativa “Las Reformas al Artículo 3° Constiucional, sus impactos en la educación y efectos sociales”, organizado por el Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación (IMCED), el rector de nuestra Máxima Casa de Estudios, compartió sobre la vinculación entre los diferentes niveles educativos con el Rector de la Universidad Latina de América (UNLA), Luis Roberto Mantilla Sahagún.

 

El Rector de la UMSNH, dijo que hoy en día se espera que el docente se esté capacitando permanentemente, “que investigue, forme buenos ciudadanos y hasta buenos empresarios, que son objetivos ideales, pero no aplicables en la práctica en todos los casos. Hay alumnos que la única formación en la vida que recibirán será la educación primaria, de allí que dentro de mi experiencia considero que es importante decidir y dialogar sobre qué se va a enseñar en esta fase de educación básica que le sea útil para el resto de su vida.

 

” Para quien va a seguir en el proceso educativo hasta el nivel universitaria, considero que si en educación básica se les enseña el gusto por la lectura, se fomenta su capacidad de expresión oral y escrita, al tiempo de la comprensión en la aritmética, en la educación superior tendrá muchas más probabilidades de éxito”.

 

El maestro de primaria, prosiguió, “debe centrar su quehacer en dar la certeza al alumno de que tiene probabilidades de tener éxito en la vida, que puede entender todas las materias, que no es menos que sus demás compañeros, deben expresar afecto y buen ejemplo porque hay cosas que los alumnos aprenden de las actitudes, forma de hablar y vestir de sus maestros. Cada grupo es distinto y requiere del tiempo completo del docente para buscar la forma de explicar aquello que no puede el alumno asimilar por su cuenta leyendo o con una computadora”.

 

El Rector Salvador Jara concluyó su reflexión al afirmar que están construyendose a sí mismos con sus alumnos, “si se logra tener una visión lúdica y positiva de nuestra labor como docentes esa imagen tan positiva del maestro que es autoridad moral, mejor ejemplo y consejero incluso de los padres de familia es lo que queda como la formación más importante en la conciencia de la sociedad mexicana”.

 

Por su parte, durante su exposición, el Rector de la UNLA aseveró que el futuro de la educación superior radica en el futuro de la educación básica en México, de cómo llegan los alumnos preparados a la universidad; “de ello depende su desarrollo dentro del campo de la docencia e investigación, así como del papel que jugarán en la sociedad; de allí que la educación básica deba considerarse un asunto estratégico del desarrollo nacional”.