Óptica diplomática, nueva ventana para el historiador contemporáneo

MORELIA, Mich., 10 de diciembre de 2015.- Con la experiencia de representar a México en diferentes consulados como integrante del Servicio Exterior Mexicano entre 1971 hasta su retiro en el 2008, el ex embajador de México ante El Salvador, Irlanda y Bolivia, además de cónsul en la ciudad de Vancouver, Canadá; Houston y San Diego, en los Estados Unidos, Hermilo López-Bassols, presentó su obra titulada “Historia Diplomática en México: de la reforma liberal y la defensa de la República a la consolidación de la Soberanía”, en el Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

De acuerdo a un comunicado de prensa, por medio de la práctica de vivir la política exterior, afirmó López-Bassols, pude concebir una visión respecto del quehacer diplomático de los políticos de aquella época, afirmó frente a un público compuesto por alumnos y docentes de las facultades de Historia y Derecho de la Casa de Hidalgo, a quienes narró que desde su infancia aprendió historia distinta a la que contaba el gobierno en turno, ya que su abuela tuvo la fortuna de ser protegida desde los 8 años por el hijo del prócer mexicano Benito Juárez García.

Posteriormente, una vez alcanzada su jubilación, recopiló todo lo leído, los documentos que como cónsul y embajador pudo estudiar en diferentes naciones en una obra que desde su primera edición en el 2012 ha sido útil académicamente en varias universidades del país para conocer de episodios hasta entonces omitidos, de la historia diplomática en el país.

Era una época, dijo, en que los líderes políticos del recién emancipado México, buscaban un camino dentro del quehacer diplomático, para darle a la nación el reconocimiento de país libre y soberano ante sus homólogos de América Latina y las grandes potencias mundiales.

Desde mi rol diplomático, añadió, se tiene la ventaja de no depender de ideologías partidistas ni compromisos políticos, por lo que no tengo que “mutilar” eventos o acomodarlos “a modo” de ningún gobierno, por lo que en el libro pudo describir con libertad los esfuerzos y luchas entre el liberalismo y conservadurismo por trazar un sendero para una joven nación ante la comunidad mundial.

A través de las mil 146 páginas del libro, el autor reconoce que quien desee formar parte del Servicio Exterior Mexicano, debe estudiar los antecedentes históricos de la diplomacia de su país, del cual existe poco material didáctico disponible, por lo que invitó a los presentes a investigar sobre el tema, ya que finalmente quien ejerce la diplomacia en México requiere de bases sólidas para entender y trazar el rumbo de la nación.

De manera previa, el historiador nicolaita Fabián Herrera León, adscrito al IIH, destacó la singularidad de la obra al tocar una época en la que el autor, heredero de la tradición liberal y miembro de un linaje que cuenta entre sus ancestros a Sebastián Lerdo de Tejada, dibuja atinadamente el cuadro repleto de recovecos e incidentes que constituyeron las relaciones diplomáticas de los gobiernos de México en esos 21 años.

Herrera León, quien representa al Instituto de Investigaciones Históricas en el Taller de Historia Diplomática que encabeza el propio López- Bassols con el respaldo del Centro de Estudios de Historia de México de la fundación Carlos Slim, el Archivo Histórico Diplomático de México de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la cátedra de la cancillería con la UNAM “Fernando Solana”, mencionó que la “saga liberal” que narran las páginas del texto de López-Bassols, recorre en ocho capítulos las administraciones de Juan Álvarez,  Ignacio Comonfort, la Guerra de Reforma, los gobiernos paralelos de Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo, la derrota del segundo imperio, la República Restaurada y concluye con el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada.

Todo lo anterior, apuntó, con la particularidad de describir las peripecias y esfuerzos de los diferentes cuerpos diplomáticos nombrados por cada grupo en el poder, para  enfrentar las problemáticas que heredaron de los regímenes anteriores: deudas, reclamaciones y pleitos por delimitaciones territoriales, tanto en el norte como en el sur del país.

No cabe duda de que el libro de López-Bassols, concluyó el historiador Fabián Herrera, es una obra que no puede faltar en cualquier biblioteca mexicana, ya que completa y da continuidad a la narrativa liberal. Su lugar está junto al “México a través de los siglos”, como la referencia que da cuenta de las vicisitudes del Servicio Exterior Mexicano a inicios del siglo XX, debido a que cuenta con un exhaustivo corpus documental recopilado en el Archivo Histórico Diplomático Mexicano y en una multitud de libros que van desde clásicos decimonónicos hasta la literatura actualizada.