Necesario dar a la mujer oportunidades en lo legal y lo social

MORELIA, Mich., 7 de marzo del 2014.- No es cuestión de masculinizar a la mujer, sino de reconocer las diferencias y dar a la mujer la misma oportunidad legal y social de desarrollarse, así como decidir sobre su propio destino; para lograr lo anterior una legislación adecuada en materia laboral, de políticas públicas y jurídica que garantice la erradicación de cualquier clase de violencia hacia la mujer hará de México un mejor país, manifestó la Secretaria Auxiliar de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Rosa María de la Torre Torres.

Según un comunicado, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se presentó en el auditorio de la Facultad de Biología  el Foro Mujer, Ciencia y Desarrollo, como una forma de abrir un espacio de discusión y análisis y cumplir con el compromiso universitario de no sólo formar buenos individuos en el ámbito intelectual, sino de una forma integral y humanista como buenos ciudadanos, manifestó el Director de la Facultad, Carlosd Armando Tena Morelos, al inaugurar el evento.

Como invitadas para compartir su  trabajo y experiencias dentro del  tema de equidad de género, participaron la Secretaria Auxiliar de la UMSNH, Rosa María de la Torre Torres; la investigadora en ciencias químico biológicas, Rosa Elva del Río; la investigadora en Economía, Arcelia González Buitrón; la Investigadora en Equidad y Medio Ambiente de la Facultad de Biología de la UMSNH, Josefina Cendejas Guizar y la Investigadora en Filosofía, Adriana Sáenz Valadez.

La jurista Rosa María de la Torre Torres,  hizo un recorrido histórico-jurídico sobre los esfuerzos de la mujer por alcanzar una vida digna a la par del hombre, desde su reconocimiento como trabajadora, su derecho a la educación, a tener y heredar bienes directamente; resaltando cómo el esfuerzo de cada una de ellas les llevó al rechazo social y en algunas ocasiones a la muerte.

En la época moderna, aunque el reconocimiento un tanto tardío del derecho a la mujer de votar y ser votada, de trabajar para obtener su sustento, de dedicarse al estudio en cualquier profesión, aún quedan rezagos importantes, ya que los derechos en el papel no son los que rigen la vida de la mujer en México: aún son preferidas dentro del sector empresarial las mujeres para puestos intermedios y se reservan para el hombre, casado preferentemente para que tenga a su lado a una mujer que le cuide su alimentación y a sus hijos, los cargos de alta dirección.

En materia académica, agregó la Doctora en Derecho, la UMSNH tiene en su matrícula casi a la par los porcentajes de estudio en niveles de licenciatura y maestría; sin embargo, pareciera que en el doctorado las mujeres no tienen las facilidades de vida que les permitan con libertad dedicarse a los estudios, ya que el número disminuye drásticamente.

En materia política, la ley ha obligado a los partidos políticos a determinar espacios de candidaturas y dirección por porcentajes para las mujeres; a nivel de los gobiernos federal y estatal, existen muchos mandos medios ocupados por mujeres, sin embargo, con muy pocas excepciones, los niveles más altos de poder siguen siendo ocupados por hombres. Los partidos han encontrado fórmulas para que no sea realmente la mujer la que tome las decisiones importantes, a veces porque se le relega a las comisiones de trabajo dentro del Poder Legislativo con temas secundarios, otras veces se les obliga a renunciar y dentro del ámbito gubernamental quedan a cargo de funciones que tienen qué ver con características que tradicionalmente se identifican como propias de género: presidencias del DIF, atención social o médica.

Dentro del Poder Judicial, en México sólo existen 2 mujeres en el Supremo Tribunal de Justicia de la Nación mientras que en el nivel más básico de la impartición de justicia sí hay una mayoría femenina que va disminuyendo al ver los porcentajes de su presencia en Juzgados de Distrito.

En el ámbito religioso, no sólo el de la iglesia católica, las mujeres están relegadas a un segundo plano, tanto en materia de la jerarquía, como en el culto; relegadas al servicio hacia los hombres, como asistentes, cocineras, afanadoras ó enfermeras.

En materia de violencia, se ha legislado y socializado mucho la defensa de la mujer de manifestaciones de  violencia intrafamiliar, sin embargo, en los hechos, hay otras expresiones de violencia, sutiles pero dañinas que persisten desde que nace la mujer hasta su madurez. El acoso sexual y la violencia no son sólo golpes o insultos, remarcó Rosa María de la Torre.

Hoy las mujeres feministas somos herederas de una larga lucha por la reivindicación del lugar que debe ocupar la mujer dentro de la sociedad, concluyó Rosa María de la Torre: “hay mucho camino por andar, sobre todo cuando sabemos que en este mismo año en Oaxaca una mujer tuvo que parir en la calle porque no era asegurada del IMSS; cuando otra mujer en la Ciudad de México pasó tres meses en la cárcel por defenderse de un violador y otra más pasó 10 años privada de su libertad porque se practicó un aborto, “lo propio del ser humano es abrir camino, las mujeres necesitamos con nuestro actuar ético, abrirnos caminos a mejores estadíos de vida”, concluyó.

Posteriormente hizo uso de la palabra la investigadora en el área Químico Biológica de la UMSNH, Rosa Elva del Río, quien presentó un esbozo de las principales mujeres que destacaron por su participación en el avance científico y cómo sus descubrimientos fueron históricamente atribuidos a los hombres. La ponente resaltó que en la lucha por la equidad y paridad de las mujeres, es importante reconocer el aporte de la mujer en la ciencia; pero más importante sería no tener que darle un mérito especial por ser mujer, que las circunstancias fueran más justas, “es admirable el esfuerzo individual de quienes nos han precedido, pero sería mejor que pudieran ser reconocidas sin importar su género y que se fomentara en la niñez la vocación científica en las niñas”.

En su momento, Josefina Cendejas Guizar, investigadora especializada en conservación de la biodiversidad, expresó que en el contexto de la biodiversidad y lucha ambiental, ha habido pioneras y personas que han puesto el acento en estos temas y que no fueron reconocidas por la devaloración de la mujer en otras épocas. Informó que de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la mujer tiene un papel fundamental en la preservación del ambiente, la conservación de la biodiversidad y la autosuficiencia alimentaria, ya que el 70 por ciento de la población mundial es alimentada por las mujeres.

Lo anterior, debido a que son las mujeres campesinas quienes a través de parcelas familiares conservan semillas, variedades y cosechan lo que sus familias comen, todo la anterior sin tener todavía derecho a poseer la tierra. Por otra parte, a través del movimiento llamado “Ecofeminismo”, la mujer ha sido reconocida por conservar bosques enteros (caso de la India con las impuestas plantaciones de ecualipto), como guardianas de las semillas, frente a un modelo de desarrollo que es dominante de hoy en día la modernidad industrial dentro de una economía de mercado afecta las formas de vida de amplios  grupos de la población mundial y el papel de la mujer toma frente a estos avasallamientos.

Desde el punto de vista filosófico, Adriana Sáenz Valadez, investigadora de la facultad de Filosofía de la UMSNH, trató el tema de la racionalidad patriarcal y la globalización, definiento patriarcal como un término filosófico que se refiere al hecho de asumir cuestiones culturales como realidades naturales: las mujeres hacen bien ciertas cosas y los hombres otras. Puede ser cierto, observó, “pero también las mujeres pueden hacer cosas que los hombres hacen y no es cuestión de genética lo que determina nuestro quehacer en el mundo”.

Posteriormente este fenómeno racional se globalizan roles con expresiones discursivos dando formas de existencia dadas por válidas que se aplican a las artes, formas de vestir, comer y trabajar. El término género es polémico, para mí subrayó la filósofa, “género es ese aspecto que demarca aspectos identitarios contenidos sociales, subjetivos, culturales, que con representaciones que van más allá que las marcas del cuerpo”.

Hoy, resaltó, “el modelo globalizador ha llegado al punto de marginar de los beneficios de la riqueza a millones de seres humanos y va más allá, ha impuesto lo que a nuestro criterio debe ser un hombre o una mujer de acuerdo a apariencia, quehaceres, vestidos y el lenguaje”. Especificó que desde el lenguaje que utilizamos las mujeres pueden elegir quién quieren ser y cómo quieren definir su individualidad, porque la globalización busca hacernos pensar que somos iguales, cuando somos distintos en pensamiento, talla, peso, apariencia, gustos, sentires, existen múltiples formas de existencias más allá de ser catalogadas con ser hombres o mujeres”.

Arcelia González Buitrón, investigadora en economía de la UMSNH, abordó el tema de lo que se hace desde la Facultad de Economía y la UMSNH de lo que está haciendo para buscar la equidad y empoderamiento de la mujer. Analizó que la sociedad es consumidora y mercantilista por excelencia, la economía de hoy se reduce al mercado, cuando la economía debería de ser una ciencia al servicio de la vida y no vale más el que tiene más y en ese parámetro, la mujer vale menos que el hombre y el negocio más lucrativo es la venta del cuerpo humano con fines sexuales, publicitarios, inversión en conservar apariencias, etcétera.

La UMSNH tiene un programa especial para fomentar la presencia de las mujeres en la Universidad Michoacana, pero es necesaria la unidad de quienes se preocupan por las cuestiones de  género, para profundizar en el ámbito cualitativo, en la presencia de acoso sexual, de discriminación en otras formas de expresión por género, raza y clase social. Hay mucho por hacer para conformar una comunidad universitaria, que abarque a los tres sectores: profesores, alumnos y personal administrativo.