Regresa el Congreso Internacional de la ENEF
MORELIA, Mich., 8 de enero de 2014.- En medio de problemas financieros, con emplazamientos a huelga por parte de ambos cuadros sindicales y sin aterrizar la reforma jurídica, el rector Salvador Jara Guerrero, emprenderá su último año de gestión al frente de la máxima casa de estudios de la entidad.
Y es que fue el 8 de enero de 2011 cuando los integrantes de la Comisión de Rectoría decidieron que sería él quien en sustitución de Silvia Figueroa Zamudio conduciría las riendas de la máxima casa de estudios de la entidad, por lo que a partir del 9 de enero de ese mismo año, Jara Guerrero encabezó los trabajos en esta dependencia educativa, día en que oficialmente el presidente de citada Comisión Cuauhtémoc Olmedo le tomó protesta en sesión ordinaria.
Al inicio de su rectorado, Jara Guerrero, pactó el compromiso de poner en orden y reglamentar las Casas de estudiante así como emprender la reforma jurídica al interior de la institución lo que avizoraba modificaciones a la ley orgánica, punto último que no se ha podido concretar; en tanto que el caso de las casas de estudiante fue un proceso álgido para poder implementar un nuevo reglamento.
Es de recordar que para su cuatrienio quien fuera secretario General en el período que encabezó Silvia Figueroa, enlistó varios puntos en los que basaría su proyecto de trabajo los cuales fueron “defender la autonomía y carácter publico de la Universidad, respetar irrestrictamente al Consejo Universitario, los Sindicatos y Estudiantes, seguir en la consolidación de la UMSNH como de las mejores del país, el cumplimiento a compromisos institucionales, así como la mejora de albergues estudiantiles y el impulso a la reforma jurídica”.
No obstante, el proceso para cumplir dichos compromisos pactados han sido en muchas ocasiones presididos por conflictos e inconformidades al interior de los diversos sectores universitarios.
En este sentido es de destacar las tomas y las diferencias que ha tenido que sortear con moradores de casas estudiantiles ante sus diversas demandas sobre todo en lo relacionado al nuevo ingreso, basta recordar los hechos violentos que derivaron en el ingreso de la fuerza pública a los albergues donde el fuego, intercambio de proyectiles, quema de vehículos estatales entre otras cosas, fueron el escenario que en un primer momento enfrentó Jara Guerrero.
No obstante, la rectoría ha podido implementar un nuevo esquema de negociación en donde pese a la toma emprendida por grupos estudiantiles, no se dialoga hasta que las instalaciones sean liberadas aunado a que se actúa de manera legal y con sanciones que han llegado a la expulsión de los estudiantes.
Todo ello generó que se pudiera implementar un nuevo reglamento aprobado por el Consejo Universitario en torno a la forma en que se conducen las casas de estudiantes y la distribución de recursos.
De igual forma una constante en este rectorado han sido las diferencias entre la autoridad nicolaita y los cuadros sindicales lo cual ha derivado en el estallido de movimientos huelguísticos ante los cuales se ha procedido de igual modo con argumentos legales, hechos que se agudizan ante la falta de liquidez de la propia institución misma que se incrementó por la aprobación de la gratuidad del que aún se adeudan varios recursos.
Sin embargo, la reforma jurídica es uno de los temas que quedará pendiente y del que se ha aseverado existen intenciones de aprobarla por parte de legisladores locales, hecho que en días pasados fue desmentido por el propio rector donde aprovechó para desmentir que tuviera intenciones de reelegirse.
De este modo, con serias dificultades por falta de liquidez, falta de repuesta de los gobierno federal y estatal para aumentar el presupuesto universitarios y con un déficit que rebasa los 400 millones de pesos, Salvador Jara Guerrero enfrentará su último año al frente de la UMSNH.