Confía Rector en resolver pronto ingreso de joven a la FPBA
MORELIA, Mich., 6 de octubre de 2015.- El ahora titular de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), Salvador Ginori Lozano, cuenta con un antecedente laboral negativo en su paso por la Facultad Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), donde era director, pues un joven estudiante lo acusa de mal proceder e impedirle la reinscripción al primer semestre de la licenciatura en Música e Instrumentista, luego de haber cursado los cuatro años del curso propedéutico.
El joven, identificado como Erick Mauricio Torres Arganda, detalló el hecho a Quadratín y mostró la documentación referente a las quejas que ha interpuesto en diferentes instancias donde dio a conocer el hecho, que data de septiembre de 2014, y que hasta ahora no hay solución, pues no ha podido reinscribirse y continuar con sus estudios, pese a que ya ha hecho lo indicado para ello en los órganos universitarios y estatales.
Indicó que esta situación se dio el 8 de septiembre de 2014 en la oficina de la institución educativa, donde discutió con el entonces director Salvador Ginori Lozano, quien lo insultó verbalmente luego de que una secretaria intentara mediar el conflicto y agrediera al joven, quien le respondió “que no se metiera en lo que no le importa”, motivo por el cual fue reprendido por el directivo y posteriormente amenazado.
“El director salió corriendo de su oficina y me dijo que no le faltara el respeto a la señora y yo le dije que cómo me pide eso ‘si usted me falta al respeto en frente de toda su oficina’ y se quedó callado; después me dijo que me retirara y que me levantaría una acta”.
Aseveró que continuó el diálogo con el secretario académico del plantel y en ese momento el director le dijo que no se fuera, pues llamaría al esposo de la secretaria a la que le había respondido; en ese momento Ginori Lozano le pidió platicar en privado y fue cuando lo intimidó.
“Me apartó del edificio y me llevó a los pasillos y cambió su forma de hablar, y con palabras altisonantes me empezó a amenazar diciéndome que yo no sabía con quién me había metido y que la persona que iba a traer no se andaba con juegos, que iba a llegar a darme dos plomazos”.
Sobre esto, comentó que interpuso una queja y que algunos de sus compañeros atestiguaron el hecho, pero al momento de que les pidió acudir a declarar estos le respondieron que no podían y evadían la petición por temor a represalias.
Cuando acudió al plantel a revisar la lista de los aceptados en el plantel comentó que se le acercó personal de la facultad para decirle que ya no podía estar en las instalaciones, señalándole su nombre, ciudad de origen y demás datos personales, para hacerle ver que el director había dado la orden de no dejarlo entrar; esto fue el 11 de septiembre.
Ante ello, les respondió que eso no se podía porque no se contaba con una orden de restricción y además se trata de un edificio público, por lo que le dijeron que esperara al encargado del edificio donde se le notificaba su expulsión, pero este no estaba dirigido a él ni citaba el reglamento.
Un largo camino por instancias
Ante estos hechos, refirió que acudió como primera instancia a la Defensoría de los Derechos Humanos Universitarios Nicolaitas (DDHUN), dependencia que consideró efectiva pero con lento avance, pues está atada a los tiempos de la universidad, por lo que se desesperó y acudió a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).
En esta instancia la respuesta fue más oportuna, pues se pidió un informe al entonces director de la facultad, quien respondió pero acusó que estaba maquillado el documento, pues tergiversó alguna información y señaló que cuenta con testigos pero es gente a su cargo que en ningún momento declararía en su contra aunque hayan presenciado lo contrario. A esta instancia acudió en octubre.
El 18 de noviembre de 2014 hubo un acuerdo conciliatorio entre el estudiante y los representantes del entonces directos Salvador Ginori Lozano, en el que se comprometía el joven a mostrar buena conducta durante sus estudios dentro de la facultad y en el caso del director, debería someter al Consejo Técnico de la Facultad el caso de reinscripción y de ser favorable, dar seguimiento al proceso respectivo de inscripción ante las instancias universitarias.
El 11 de septiembre de 2015 se dio una recomendación de parte de la Defensoría de los Derechos Humanos Universitarios Nicolaitas a favor del quejoso debido a que Ginori Lozano no cumplió con la entrega del documento detallando su versión y detalla que respaldan la queja del estudiante.
“La Comisión Estatal emitió una recomendación al director, le pidió un informe y respondiera la queja y lo que seguía era que yo contestara si estaba de acuerdo con lo que respondió, y en caso de que hubiera contestado yo hubiéramos caído en Junta Conciliatoria, pero en ese momento es cuando la Defensoría nos ayudó a celebrar nuestro propio acuerdo y bajo ese concepto fue que yo me desistí y quedé como indefenso otra vez”.
Presenta nueva queja
El joven presentó a Quadratín los documentos de las nuevas quejas que interpuso ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), la Defensoría de los Derechos Humanos Universitarios Nicolaitas (DDHUN) y al rector Medardo Serna González, para que den seguimiento a la denuncia.
“El 3 de agosto que se suponía abrían las puertas de la escuela fui desde temprano a estudiar mi instrumento dentro de un salón de la Facultad pensando que ya iba a quedar bien, pero no, al poco rato llegó el encargado del edificio y fueron a preguntarme mi situación y me hicieron salir, pese a que les dije que era mi derecho”.
En este caso, le entregaron un documento en el que decían que había ingresado de manera violenta al lugar y “usurpaba” las actividades de un estudiante, lo cual, dijo, es falso.
Cumple y no lo dejan inscribir
Mencionó que lo que espera es que se escuche y atienda su demanda, pues ya perdió un año por una situación que se salió de control y que a su consideración no ameritaba tal magnitud, pues con una sanción administrativa podría haber quedado, pero se tuvo que recurrir a instancias externas para darle seguimiento y no fue así.
Espera que las autoridades analicen a detalle este caso y se le den las facilidades para continuar con sus estudios, pues ya cumplió con todos los pagos y requerimientos de la universidad, incluso mostró los recibos de pagos que lo acreditan sin que le permitan ingresar a las instalaciones por parte del actual secretario de Cultura.
Además, en el portal del Sistema Integral de Información Administrativa (SIIA) aparece aún dado de alta y con las materias reprobadas, con NP (No se Presentó), pero él asegura que esto es porque no lo dejan ingresar a las aulas, no porque no se haya presentado a las clases, y desea que el rector o alguna autoridad lo respalde y le permitan cursar la carrera.