Donde reina la oscuridad, aparece la bioluminiscencia

MORELIA, Mich., 14 de noviembre de 2015.- Con la participación del investigador de la Facultad de Biología, Luis Felipe Mendoza Cuenca, las charlas sabatinas de Ciencia para niñ@s y sus papás, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, sorprendieron a pequeños y grandes con el tema “Luces en la obscuridad, evolución de la Bioluminiscencia”.

Según un comunicado de prensa, en un auditorio completamente a oscuras, el investigador inició su charla para explicar que las fuentes de luz conocidas comúnmente son la electricidad y la luz solar, cuya fuente básica es la energía, pero ¿qué sucede en lugares como el fondo del mar, en cuevas y lugares del planeta donde todo es oscuridad?

A más de 200 metros de profundidad, el océano se vuelve totalmente oscuro, ya que la luz del sol no puede penetrar más allá, sin embargo, cientos de especies de peces y bacterias generan luz a partir de reacciones químicas en su organismo. Toda la gama del espectro de colores, con las cuales pueden los peces asustar a los depredadores, comunicarse entre sí, ocultar parte de su cuerpo, aparearse, distraer a la presa o enviar señales de alerta.

Entre los asistentes a la charla se obsequiaron al inicio pequeños tubos flexible bioluminiscente, fabricados a base de agua oxigenada, que brillaron entre el público a lo largo de la exposición. De repente, el investigador también se iluminó con un chaleco que emitía luces de colores, con lo cual pudo explicar más fácilmente a su público la utilidad que para los peces, insectos y bacterias tiene el emitir luz.

Este fenómeno, explicó, se da como resultado de la liberación de energía durante una reacción química originada dentro de un organismo, en esa reacción química debe estar presente el oxígeno que con proteínas específicas de cada especie a las cual se les conoce científicamente como Luciferinas, las cuales entran en reacción con enzimas llamadas Luciferasas o fotoproteínas, para lograr la emisión de diferentes colores de luz.

A nivel molecular, esta reacción logra que los electrones se agiten y produzcan luz, con un desgaste tan bajo de energía que apenas produce tibieza en el organismo emisor, pero que puede ser tan potente como para alumbrar kilómetros a la redonda; en otras palabras, una bacteria de .5 milímetros de longitud, puede emitir una luz tan potente como para verse a 5 kilómetros de distancia.

Videos y diapositivas de peces e insectos proyectados en una enorme pantalla, ilustraron este fenómeno biológico, que dejó asombrados a los pequeños asistentes, mientras el investigador Luis Felipe Mendoza explicaba que algunos hongos en China y Japón son bioluminiscentes para atraer a insectos que se impregnan de sus esporas, lo cual facilita su reproducción. Añadió que los seres humanos emitimos rayos gamma, esto es un color rojo que sólo puede ser visto mediante un aparato que emite rayos ultravioleta.

El próximo sábado, en Ciencia para niñ@s y sus papás se tratará el tema de los alcances de la tecnología, un especialista en robótica explicará cómo puede ser la vida en un futuro no lejano gracias al desarrollo de la tecnología.

La cita es a las 12 del día en el Centro de Información, Arte y Cultura en Ciudad Universitaria, coordina el Departamento de Comunicación de la Ciencia de la Coordinación de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana.