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Realizan estudiantes del Conalep Morelia la tercera muestra gastronómica
MORELIA, Michoacán. 29 de marzo de 2016.- El físico y especialista en la Teoría de la Relatividad, Miguel Alcubierre Moya, destacó que 100 años después, el 11 de febrero de 2016, un experimento llamado LIGO comprobó lo dicho por Albert Einstein: sí existen las ondas gravitacionales.
Durante una sesión de Café Científico, el también director del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que Einstein ya hablaba de estas ondas, pero no había manera de probar su existencia, sin embargo diferentes físicos trabajaron para poder demostrar su presencia, es el caso del experimento LIGO, que dirige David Reitze.
En el Centro Cultural UNAM Morelia y ante un auditorio lleno con aproximadamente 200 personas en su mayoría jóvenes, el físico detalló el proceso que tuvo que pasar el experimento para poder demostrar la existencia de estas ondas. Señaló que en el año 2005 hicieron, en Hanford Washington, el experimento en unos túneles carentes de aire que medían 4 kilómetros, y por los cuales pasaba un rayo laser que impactaba en unos espejos. Con ello pretendían poder ver las ondas gravitacionales, medirlas si era posible.
El director y académico, explicó que a la par se trabajaba con tecnología informática, que semejaba agujeros negros. El experimento en Hanford no generó lo esperado, pero el trabajo con computadoras sí arrojó información. Los encargados de LIGO pidieron mayores recursos y en septiembre de 2015 mejoraron materiales y perfeccionaron el trabajo, lo cual les dio, el 11 de febrero de este año, los resultados que podrían llevarlos al Premio Novel de Física: la detección por vez primera de las ondas gravitacionales.
En la sesión, el físico explicó que la gravedad es la fuerza más débil de la naturaleza, “parece muy fuerte pero no lo es, por eso puedo tomar este vaso y levantarlo, venciéndola” dijomientras levantaba de una mesa un vaso con agua. Señaló también que una estrella es una bola de gas caliente, “el aire caliente tiende a expandirse pero se mantiene por el núcleo de gravedad. Cuando las estrellas se mueren, se hacen más chicas, se comprimen” señaló.
Habló también de los agujeros negros, dijo que se llaman así porque en el centro es tan intensa la gravedad que no deja salir la luz. Aseveró que se producen cuando una estrella de buen tamaño muere. También surgió la duda de qué sucedería si chocaran dos agujeros negros, y lo que se supo es que producen ondas gravitacionales, dijo el investigador.
Finalmente, el físico de la UNAM señaló que este descubrimiento va a cambiar la manera de hacer astronomía, “a partir de entonces el universo se ve diferente, ahora será una astronomía gravitacional” indicó.