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MORELIA, Mich., 8 de septiembre de 2013.- Mediante una carta, el Comité Ejecutivo Magisterial dio la bienvenida a la Reforma Educativa y destacó que es necesario adaptarse y reajustarse a los métodos de trabajo actuales, de tal suerte que en el largo plazo sean tangibles los tan esperados cambios y reformas que de fondo y forma nuestro país tanto necesita.
A continuación el texto íntegro de la misiva:
Al magisterio Michoacano, A la Opinión Pública y a la Sociedad en General:
Tras la reciente aprobación de la reforma que en materia educativa, el ejecutivo propuso a consideración de las cámaras de senadores y diputados, la cual es ya una inminente realidad; todos los actores educativos involucrados en esta noble labor nos vemos en la necesidad de adaptarnos y reajustar los métodos de trabajo actuales, de tal suerte que en el largo plazo sean tangibles los tan esperados cambios y reformas que de fondo y forma nuestro país tanto necesita.
En este sentido, el Comité Ejecutivo Magisterial se pronuncia en favor de los cambios que buscan mejorar el contexto educativo actual de nuestra entidad y del país en general. Es necesario involucrarnos con más compromiso y disciplina en la labor educativa; es un hecho que la educación es la herramienta más sólida con la que cuentan los niños y jóvenes de nuestro país, para enfrentar los retos de la sociedad actual.
Algunos han definido acertadamente a la docencia como una profesión moral en el sentido de que tiene como propósito el producir determinadas transformaciones en la subjetividad de los estudiantes. El maestro se propone “influenciar la vida de sus estudiantes”.
Pero, Qué es lo que se precisa para ser un agente de cambio en la vida de los estudiantes? Según Fullan, para ser agente de cambio se requieren por lo menos tres propiedades: capacidad de construirse un punto de vista personal; una predisposición para la búsqueda, dominio de conocimientos y competencias y colaboración.
La evaluación de la eficacia y eficiencia en la labor docente es un factor primario en el logro de los objetivos planteados por esta nueva reforma; es este sentido, que el Comité Ejecutivo Magisterial hace un llamado a la congruencia por parte de nuestras autoridades educativas, es labor y obligación del estado; primeramente capacitar, actualizar y “profesionalizar” a los docentes del país y posteriormente evaluar en ellos el logro y dominios obtenidos.
Actualmente los maestros, principalmente aquellos que no cursaron estudios de nivel superior correspondientes al área de la docencia, no han sido ni fueron suficiente, completa y exhaustivamente capacitados para la labor que realizan. Son muy pocas las instituciones y aún más pocos el abanico de oferta de capacitación y actualización docente que el estado oferta a sus maestros y la mayoría de ellos no corresponden a las necesidades y el contexto de cada nivel y subsistema educativo.
El oficio docente se caracteriza por una serie de contradicciones o tensiones. Entre ellas cabe mencionar aquí aquella que se deriva de su condición de funcionario asalariado y al mismo tiempo profesional de la educación. En efecto, por un lado en la mayoría de los casos es un funcionario asalariado, que trabaja en relación de dependencia y recibe un salario (y no honorarios). Como tal es un trabajador que con frecuencia está sindicalizado y lucha colectivamente por la defensa y mejora de sus condiciones de trabajo. Pero por otra parte, el maestro funcionario es también un maestro profesional en la medida en que el desempeño de su actividad requiere el dominio de competencias racionales y técnicas que son exclusivas de su oficio y que se aprenden en tiempos y espacios determinados. Por otra parte el docente, pese a que tradicionalmente trabaja en contextos institucionalizados, en el aula goza de un margen variable de autonomía. Competencia técnica y autonomía son componentes clásicas de la definición ideal de una profesión.
Si la autoridad educativa quiere lograr una política exitosa de profesionalización de los docentes no sólo deben basarse en un análisis de estos factores objetivos que de una manera u otra introducen nuevos desafíos a la actividad del maestro, sino que también deben consultar el estado de las representaciones (opiniones, actitudes, valoraciones, expectativas, etc.) de los propios docentes acerca de aspectos sustantivos de su propia actividad y acerca del contexto en el que la realiza.