Hay una deuda con los deportistas en reglamento y número: Yarabí Ávila
MORELIA, Mich., 19 de agosto de 2013.- 6:45 horas, el estruendoso ruido de las aspas de la licuadora sirven como despertador para Bruno y Camille.
La ocasión lo amerita. Es el primer día de clases. Inicia el periodo escolar 2013-2014 y cerca de un millón de alumnos del nivel básico hacen lo propios en sus hogares.
Los padres de los infantes dudan en llevarlos, tras los amagos que el fin de semana se dieron en varios medios informativos por parte de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación, CNTE, para impedir el inicio del ciclo escolar.
Un licuado de plátano y un pan con mermelada son el primer entre de los niños. Torta de huevo y frijol, jugo y manzana se reservan en la lonchera para el recreo.
Zapatos nuevos, al igual que el pantalón y la mochila, cuyo emblema de Ben 10 le despierta alegrías y emociones, el pequeño Bruno, de siete años, pasó a segundo año y acude a la escuela Lázaro Cárdenas, allá por los rumbos de la Colonia Lomas del Valle, cuya plantilla magisterial, curiosamente, pertenece al ala radical del magisterio.
-Todo salió bien, no hubo aviso de nada. Los niños acudieron de forma normal-, reporta la madre de Bruno, Alma.
Colegas del Canal 13 de Michoacán hacían lo mismo. A las afuera del plantel tomas y entrevistas a los pequeños y a las madres.
“Qué bueno que no hubo paro. Estamos preocupadas porque nos regresaran a los niños: Eso no es justo. Ellos tienen el derecho de aprender y los maestros la obligación de enseñar. Los niños no tienen la culpa de los asuntos de los maestros”, se quejaba una madre de familia.
A unos pasos, las oficinas centrales de la Secretaria de Educación Pública se encuentran cerradas, al parecer fueron las únicas víctimas momentáneas en esta disputa, que tienen los maestros democráticos contra la aprobación de la Reforma Educativa.
Minutos antes, el viacrucis escolar contemplaba una ruta alterna: el CENDI 4, en las inmediaciones del fraccionamiento Michelena, otra tribu laboral adherida a la CNTE.
Tráfico denso sobre la vía periférica y calles alterna al sur poniente de la ciudad. Sinónimo de que la marabunta escolar está en marcha.
Entre sonrisas, abrazos y besos de bienvenida con sus compañeros y maestros, Camille, de cinco años, ingresa al plantel sin contratiempos.
Todo es normal, salvo los lloriqueos de los niños de nuevo ingreso que se pegan a las faldas y pantalones de las madres, consientes, quizás, de que se enfrentarán a un nuevo mundo, totalmente desconocidos para ellos, pero necesario y obligado.
8:25, el vocero de la Secretaría de Educación, Sergio Cortés Eslava, declara desde Ciudad Hidalgo que el proceso de inicio del ciclo escolar “va en tiempo y forma”.
-No tenemos reportes de incidentes. Parece que todo va bien en Morelia y el interior del estado-, afirma.
El funcionario se dirige a Zitácuaro, donde el gobernador, Jesús Reyna y el titular de Educación, Jesús Sierra, para dar inicio de manera formal y simbólica al ciclo escolar.
Horas antes, el secretario de educación asentaba que las demandas del magisterio democrático, tenían que ver más con las esferas del gobierno federal y confiaba en que la apertura del ciclo se diera sin contratiempos.
Y en efecto, el amago de la CNTE, quedó sólo en eso: en un amago, que muchos padres esperan no se haga realidad.