CIUDAD DE MÉXICO, 10 de diciembre de 2017.- En la antigüedad, si alguien quería hacer la réplica de un documento se tenía que hacer de manera manuscrita, pero en 1442 algo vino a revolucionar el mundo: la invención de la imprenta por Gutenberg. La primera prueba fue la impresión de la Biblia, lo que impulsó la homogenización de las ediciones y marcaría el inicio de los medios masivos.

Paulatinamente, la visualización de textos comenzó a ser cotidiano en todos los rangos sociales. El papel se erigió como un instrumento importante; la sofisticación de los materiales de escritura y aprendizaje se explotaron aún más con la industrialización, y de ahí pasamos a la época de la digitalización, que ha cambiado una vez más el modo de concepción de la industria.

Así como la imprenta revolucionó una época, la tecnología ha hecho lo mismo desde hace varios años, y uno de los negocios que mayores retos enfrentan es el de las papelerías, toda vez que el paso del papel a la digitalización avanza a pasos acelerados.

En entrevista con Milenio, Prisciliano Tavera, socio fundador de la consultora Información Sistematizada de Canales y Mercados (Iscam), reveló que en los últimos cinco años la venta de diccionarios, enciclopedias y material de apoyo escolar ha disminuido 30 por ciento.

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