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MORELIA, Mich., 11 de noviembre de 2016.- El crecimiento de los controles electrónicos y la regulación de las operaciones financieras, productivas y económicas han generado un descenso significativo en la evasión fiscal en el país, aseveró Salvador Juárez Álvarez, presidente del Colegio de Contadores Públicos del Estado de Michoacán.
Si bien especificó que el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en sus informes trimestrales sobre la recurrencia de evasión fiscal, no presenta datos desagregados por estados, expuso que de 2013 a 2016 se ha logrado abatir el delito en 21.5 puntos porcentuales, de un 48 por ciento de evasión fiscal entre los contribuyentes a un 26.5 por ciento.
Explicó que el pago mediante cheques o transferencias bancarias, así como la emisión de comprobantes de compra, venta y arrendamiento de bienes, así como contratación de servicios, han facilitado el combate a la evasión fiscal, ya que las operaciones generan ramificaciones que, a su vez, están interconectadas con los medios electrónicos del SAT.
Así, desde que una persona recibe recursos en una tarjeta de débito hasta que gasta en sus necesidades cotidianas ese dinero, el SAT está en condiciones de dar seguimiento, mediante el comprobante que emitió quien depositó el dinero en la cuenta, los diferentes negocios o personas físicas donde gastó o efectuó pagos y el propio banco que posee un historial del comportamiento del tarjetahabiente, es posible verificar los ingresos y egresos de cada persona.
No obstante, aún hay sectores que por la naturaleza del bien o servicio ofertado, así como por las cantidades de dinero en efectivo que manejan, permiten la no continuidad en el flujo de la información financiera y se encuentran poco fiscalizados.
Profesionistas como médicos, pequeños negocios y trabajadores por su cuenta son algunos de los segmentos que pueden caer en este supuesto.
Con anterioridad, legislaciones como la ley antilavado, han contribuido a la fiscalización de ingresos y egresos de los contribuyentes para evitar el acceso al sistema nacional de recursos de procedencia ilícita. Pero también para reducir la tasa de evasores de sus obligaciones contributivas.
Evasión de impuestos
Entre 2004 y 2012, la evasión fiscal en el país pasó del 37.80 por ciento al 26 por ciento de la población de contribuyentes, una baja del 31.22 por ciento en ocho años, de acuerdo con el estudio de Evasión Global de Impuestos, elaborado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
El análisis, difundido por el SAT, especifica que en 2004 el impuesto administrado por la instancia con mayor proporción de evasión fue el impuesto sobre la renta (ISR) para personas físicas, en su modalidad de arrendamiento, con un 88.73 por ciento, en tanto que el impuesto especial a productos y servicios (IEPS) no petrolero sólo observó un 7.92 de evasión.
Para 2012 la contribución con mayor presencia de evasión fue el ISR para personas físicas, en modalidad de arrendamiento, con el 85.65 por ciento, y el IEPS no petrolero registró el menor grado de incidencia, con el 6.12 por ciento.
En este lapso, la contribución que experimentó una mayor reducción de su tasa de evasión fue el ISR para personas morales (PM), del 54.96 por ciento al 31.40 por ciento, una baja del 42.87 por ciento, en tanto que el ISR para personas físicas con capacidad empresarial evidenció el peor desempeño, ya que no sólo no se redujo, sino que se elevó un 19.17 por ciento, del 70.02 por ciento al 83.44 por ciento.