MORELIA, Mich., 15 de mayo de 2018.- “Ahí sí veremos qué tanto es tantito”, señaló el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), José Manuel López Campos, en referencia a las promesas que se hacen en campaña y se verán reflejadas o no cuando alguno de los cinco candidatos que se postulan ya sea democráticamente Presidente de la República.
Dijo que había dos momentos en la campaña electoral: al inicio y al término de la misma.
Las promesas lo que buscan es mayor cantidad de votos, “hemos lamentado y lo hemos manifestado que se haya buscado la rentabilidad política por encima de las ideologías y de las propuestas serias y viables; les hemos pedido a los candidatos que presenten propuestas viables, que haya más propuestas, y le han invertido mucho tiempo a las descalificaciones, a las denostaciones a otros candidatos”.
“En realidad, el verdadero trabajo para definir lo que se va a modificar con respecto a las reformas estructurales va a venir cuando tengamos un presidente electo el primero de julio,  y a partir de entonces se trabaje en el Plan Nacional de Desarrollo.
“Ahí sí veremos qué tanto es tantito, porque en campaña es muy fácil decir que se aumentan salarios, se regala dinero a las personas que no trabajan y no se miden las consecuencias de dónde tendría que venir el dinero que pagaría esto sin frenar el desarrollo económico y el crecimiento productivo de México”, aseveró el también empresario.
“No estoy diciendo que sean inviables”, aclaró el presidente de la Concanaco Servytur, En referencia a las propuestas de campaña de los candidatos, “lo que sí es que deben matizarse y deben verse contra quién o qué se tendrían que financiar”.
“Todas las propuestas son viables siempre y cuando se sepa contra qué se van a equilibrar; este es un balance en un estado financiero en el que el aumento está de un lado, pero tienes que disminuirlo en el otro”, explicó.
En la visión del empresario, lo que se define en esta elección no son los próximos seis años, sino el futuro de México en varios decenios, porque cambiar el modelo económico representa también cambiar el modelo social; “habrá que ver hasta dónde queremos como mexicanos modificar aspectos de orden netamente económico, cómo es la percepción de recursos a ciertas áreas desprotegidas, y lo que es la reducción de inversiones que generen empleos y que generen riqueza en el país”.
Indicó que cuando tengamos un presidente electo a partir del 2 de julio se va a tener que trabajar con la sociedad civil y con los organismos empresariales, “un auténtico ejercicio de gobernanza para construir un Plan Nacional de Desarrollo que necesite ser totalmente viable y que en la medida en la que se reduzcan y se cambian las reformas que hoy están vigentes, se sepa en dónde se va a ajustar y qué es lo que realmente requiere el país”.
López Campos externó que los candidatos ya mostraron su intención de hacia dónde orientan sus políticas de gobierno y sus planes para el desarrollo de México, “de los electores dependerá, y para las organizaciones empresariales lo que corresponde es trabajar con quien resulte democráticamente electo, y  tratar en la medida de lo posible que se robustezca la relación entre autoridad y sociedad, a efecto de que se genere un México más próspero”.