MORELIA, Mich., 8 de agosto de 2022.- La suspensión de los bazares que cada fin de semana se instalan en el Centro Histórico mantiene aspectos desfavorables para las economías familiares que dependen de esta actividad, a la vez que favorable para la aplicación de orden y cumplimiento de la norma, consideraron ciudadanos residentes y paseantes en Morelia.

Entrevistados por Quadratín, transeúntes en el primer cuadro de la ciudad destacaron que muchos de los oferentes que participan en los llamados bazares, son mujeres jefas de familia que no cuentan con otros ingresos para la manutención de sus hijos, por lo que la no realización de los eventos tiene un efecto adverso para este sector.

“Creo que suspender los bazares está entre bien y mal; mal, porque a mucha gente le gusta comprar ahí y no tendrán a dónde acudir a comprar, y quienes venden no tendrán espacios para ofrecer sus mercancías”, expuso Eréndira, estudiante.

“Creo que afecta porque hay gente que gusta de comprar estos artículos y ahora deberá ir a otros lados, cuando el centro es accesible para muchos”, coincidió Adilene, de ocupación estudiante.

Más que a los compradores potenciales, la medida impacta a los vendedores, que no necesariamente cuentan con espacios para la exposición y comercialización de sus productos y servicios, además que muchos son pequeños proyectos de emprendimiento o empresas encabezadas por mujeres jefas de familia.

“Son las mismas cosas que se venden en el audi (tianguis dominical del Auditorio Municipal), ¿no? Es hipócrita que moleste la venta de esos productos, cuando a unas cuadras del Centro Histórico se vende lo mismo, además de que son chavas, no perjudican a nadie”, explicó Horacio, de profesión barbero.

“Está muy mal porque son mujeres emprendedoras, algunas tienen hijos y para muchas es el único sustento, personas que se quedaron sin trabajo, y no puede ser que les preocupe más la moral que combatir la violencia”, agregó Michelle, de ocupación maquillista.

La suspensión no es completamente negativa, afirmaron los entrevistados, ya que la no colocación de los bazares puede resultar en una disminución de la carga vehicular y es necesaria para verificar que se tenga orden y apego a la norma.

“En una parte está bien, porque así no hay tanto tráfico en el centro”, mencionó Eréndira.

“Si las personas no hacen las cosas como se piden, como lo indican ley, los gobiernos tienen que sancionar la falta de cumplimiento de los convenios”, señaló Karla Ponce, de profesión pedagoga.