CIUDAD DE MÉXICO, 13 de abril de 2016.- El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, aseguró que la previsión a la baja del Fondo Monetario Internacional (FMI) no altera el pronóstico de crecimiento del banco central, de dos a tres por ciento para este año, porque a pesar del clima internacional adverso, se vislumbra una recuperación del consumo interno, por los efectos positivos de diversas reformas estructurales.

Precisó a los legisladores que la entrega de remanentes a la Secretaría de Hacienda tendrá un impacto positivo para la reducción de la deuda de hasta 1% del PIB, lo cual enriquecerá el escenario previo de que en 2017 México tendrá por primera vez un superávit primario, según publica Excélsior.

Dijo que desde 2003 hasta el lunes 11 de abril, el Banco de México entregó a la Secretaría de Hacienda 396 mil 400 millones de pesos; 239 mil millones se dieron el lunes 11 de abril y 157 mil millones se dieron a lo largo de 12 años.

Más información en Excélsior.