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MORELIA, Mich., 26 de octubre de 2013.- El “mexican moment”, ese optimista eslogan que hace unos meses acompañaba los comentarios sobre la economía mexicana parece haberse quedado en eso, en el eslogan de un momento que ya pasó o que tal vez nunca fue, señala un detallado reporte de la economía mexicana que el prestigiado periódico español El País publica este sábado en su portal electrónico.
De acuerdo con el artículo, a menos de un año de ese optimismo, los reportes sólo revelan malas noticias para la economía mexicana, y apenas el viernes el Banco de México volvió a bajar la tasa de interés de referencia con el argumento de que los riesgos siguen siendo elevados.
Apenas unas semanas antes, destaca El País, el FMI había propinado a México el segundo mayor recorte en sus previsiones de crecimiento de todos los grandes países, del 2.9 al 1.3% por ciento este año, sólo inferior a la de India. Por si fuera poco, una circunstancia imprevista, la destrucción provocada por los huracanes Ingrid y Manuel, ha obligado al Gobierno a rebajar una décima su previsión para 2013, hasta el 1.7 por ciento, cifra aún muy optimista según la mayoría de expertos. ¿Qué ha pasado?, se pregunta el diario.
Los economistas señalan varios factores. En primer lugar, una disminución de las exportaciones, en especial a Estados Unidos, de cuya marcha México sigue siendo tremendamente dependiente.
No en vano se calcula que casi el 80% de las exportaciones se dirigen al vecino del norte. “La relación entre ambas economías es muy estrecha, pero asimétrica”, explica Alicia Puyana, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. “Cuando crece Estados Unidos, México crece menos; cuando ellos decrecen, México decrece más. Por eso, en la crisis del 2009 su economía fue la que más cayó, el 9 por ciento”.
Otro factor que ha golpeado a la economía azteca ha sido, según Gerardo Esquivel, profesor del Colegio de México, un ajuste del gasto público por parte del nuevo gobierno a la búsqueda del déficit cero, unido a una mala ejecución presupuestaria.
Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad, coincide, pero amplía el foco sobre lo que llama “el ciclo político”. Una nueva administración –la de Enrique Peña Nieto, que asumió el poder en diciembre- tarda en tomar las riendas del presupuesto, y además, las cifras se comparan con las de 2012, año electoral y por tanto de mucho dispendio.
Pardinas añade además otra circunstancia relacionada con la política: la incertidumbre. “El anuncio secuencial de muchas reformas en muchos sectores generó cautela en los inversores privados, que han esperado para tomar decisiones”.
La mayoría de los economistas coinciden en que el bache no será muy profundo ni muy duradero, porque las circunstancias que lo causaron se están revirtiendo. Pero eso no significa una vuelta a la euforia. “México recuperará sin dificultades sus tasas de crecimiento anteriores, pero estas eran bastante mediocres” por los “bajos niveles de productividad y la existencia de sectores blindados a la inversión privada”, recuerda Pardinas.