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MORELIA, Mich., 26 de julio de 2013.- Los productores de aguacate de Zitácuaro pierden unos 300 millones de pesos cada año en oportunidades de comercialización del fruto por el simple hecho de que sus tierras no han sido declaradas oficialmente libres de una plaga que les es desconocida: el gusano barrenador.
Los aguacateros del Oriente michoacano ni siquiera conocen esa plaga y, sin embargo, están imposibilitados de acceder a ciertos mercados de exportación que requieren la certificación y a rematar su producto hasta 10 pesos por debajo del nivel en que se cotiza en el mercado nacional, destacan funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de la Junta Local de Sanidad Vegetal.
En declaraciones al portal especializado Infohass, Cornelio Ríos Paniagua, presidente de la Junta de Sanidad Vegetal de la Región Oriente, aclara que Zitácuaro nunca ha padecido la plaga, pero tampoco ha iniciado el procedimiento para declararse libre, por lo que pierden hasta 10 pesos por kilo en el proceso de comercialización.
Por ello, tampoco tenemos acceso a mercados de exportación como el de los estados Unidos, pues las autoridades fitosanitarias de ese país exige dicha documentación. Una vez realizado este trámite, ya se puede comprobar que el aguacate cumple con la norma, señaló
Para Serafín Hernández García, Jefe del Distrito 094 de la Sagarpa, “esto se debe a que la superficie cosechada se encuentra fragmentada en más de mil unidades de producción, que van desde árboles de traspatio, parcelas con 10 o 20 plantas hasta productores que tienen más de 20 hectáreas”.
Para formalizar el documento, es necesario que Sagarpa realice una verificación para certificar que Zitácuaro está libre del gusano barrenador. Una vez que se cuente con este trámite, la dependencia federal ordena que se publique la liberación de Zitácuaro en el Diario Oficial de la federación.
De acuerdo con Infohass, Juan Macotela, uno de los productores de aguacate del municipio, indicó que si tuvieran la liberación podrían pedir de cinco a diez pesos más por kilo en función de la calidad. Mientras tanto tienen que conformarse con el precio que los intermediarios les pagan y perder dinero.