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MORELIA, Mich., 10 de noviembre de 2013.- El secretario de Desarrollo Rural, Ramón Cano Vega, informó que la región de Uruapan produce cerca de 73 toneladas de café de gran calidad, ya que cumple con las características más importantes, al ser de la variedad arábica, de buen tamaño y estar considerado de altura, lo que determina la calidad del grano y su gran sabor.
De acuerdo a un comunicado de prensa, desde mediados del siglo XIX, el café de Uruapan empezó a figurar entre los de mejor calidad que se producían en ese tiempo en México, en 1876 por su calidad y buen sabor, obtuvo un premio internacional en la Exposición de Filadelfia, lo cual motivó a varios uruapenses a dedicarse a su cultivo.
Fue así que de Uruapan, el cultivo del cafeto pasó a los municipios de Taretan, Tacámbaro, Ziracuaretiro, Los Reyes, Peribán, Tancítaro y Tingüindín, cuya producción se concentraba en la cabecera distrital, para su distribución en los mercados regional y nacional.
El café de la región de Uruapan, está considerado como uno de los mejores del mundo, debido a que está dentro de los parámetros de las principales formas de clasificación, la más importante es por la variedad a la que pertenece los granos.
El Café Arábica es el de mejor calidad y menor contenido de cafeína, es también de buen tamaño y por ultimo está considerado como un café de altura, ya que es cultivado entre los mil 350 y los mil 650 metros sobre el nivel del mar, este último define en mucho la calidad del grano y el sabor.
Además está muy bien clasificado dentro de las 11 calidades diferentes que indica la Norma Mexicana NMX-F551-1996, cuyas especificaciones son la altura, color y uniformidad en el mismo, tamaño de cribas, número de defectos e imperfecciones físicas, aroma, sabor, acidez y cuerpo.
Nuestro estado cuenta con una tradición importante en el ámbito cafetalero, pues la región de Uruapan es reconocida internacionalmente por la calidad de su café; según reportes de la Fundación Produce Michoacán, en el estado se ubican entre dos mil y dos mil 500 pequeños productores, es decir, el café michoacano se cosecha en su mayoría en plantíos de traspatio.
Ziracuaretiro es el municipio con la mayor superficie sembrada en el estado, de acuerdo a datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), este municipio tiene una superficie sembrada de 14 hectáreas, las cuales tienen una producción de 49 toneladas, con un rendimiento de 3.5 toneladas por hectárea, lo cual representa un valor de producción de 183 mil 880 pesos para los productores.
En Uruapan, el cultivo del café se considera de traspatio y se estima que tiene 7 hectáreas sembradas de manera dispersa, con una producción de aproximadamente 24 toneladas, lo cual representa un valor de producción de 91 mil 940 pesos.
Estos dos municipios de la misma región, en conjunto producen unas 73 toneladas de café de gran calidad, las cuales son para el mercado local, pero en los últimos años una de las cadenas corporativas más importantes en la comercialización de este grano a nivel nacional (Café Europa), comenzó a distribuir y ofrecer en sus tiendas el café Uruapan, debido a la demanda de sus clientes, además de su sabor, cuerpo, aroma y calidad.
Una de las maneras de fortalecer a estos productores michoacanos, es que en el primer café de las mañanas, en la oficina, en las reuniones de amigos o en una plática placentera, se disfrute de un buen café de la región de Uruapan, teniendo la certeza de un buen sabor, cuerpo y calidad, pero sobretodo gozar de “Un café con aroma a Michoacán”.
LA INTRODUCCIÓN DEL CAFÉ A MICHOACÁN
El inicio del cultivo del cafeto en Michoacán fue distinto al de otros lugares de México y del continente Americano, pues no procede de semillas aclimatadas en los invernáculos de los jardines botánicos europeos, ni de los frutos de los árboles de plantaciones de las islas del Caribe y Centroamérica, llegó en forma directa de Arabia; tal vez a eso se debe la fama que en las últimas décadas del siglo XIX alcanzó en diversas partes del mundo.
De acuerdo a información de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en 1824, después de realizar varias gestiones diplomáticas, el general José Mariano de Michelena hizo un viaje al Medio Oriente para visitar los santos lugares y a su regreso por el puerto de Moka, en Arabia, consiguió semillas de café, que sembró por primera vez en el jardín de su casa, en la capital michoacana.
Cuando las plantas habían adquirido una determinada altura, las mandó plantar en terrenos de su hacienda de La Parota, situada en el valle de Urecho, mismas que por la fertilidad del suelo y de la feracidad del clima, se reprodujeron extraordinariamente.