MÉXICO, DF., 15 de enero de 2016.- Las auditorías del SAT se han convertido en una especie de inquisición, pues el principio de buena fe al contribuyente simplemente no existe, acusaron fiscalistas y la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon).

De acuerdo al diario Reforma, a diferencia de hace algunos años, ahora el fisco le exige al causante documentación con la que ya cuenta gracias a la contabilidad y la factura electrónica, denunciaron.

“Hay una desconfianza generalizada hacia el contribuyente, y la autoridad causa malestar al contribuyente en el actuar profesional de las empresas y los contadores”, explicó Manuel Toledo, fiscalista de la firma de auditoría externa Deloitte.

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