Fiesta en Panindícuaro con leyendas del futbol del Atlético Morelia

La fiesta del futbol, la celebración del balompié, el juego ese de la patada se vivió en Panindícuaro, gracias a la presencia y accionar de las Leyendas del Atlético Morelia, un equipo de veteranos que tienen integrantes de tres diferentes décadas, hombres que brillaron en el otrora conjunto de los Canarios y/o de los Monarcas, amén de hacerlo en otros equipos de la Primera División para los que también jugaron, tales como América, Atlas, Colibríes, Cruz Azul, Curtidores, Chivas, La Piedad, León, Monterrey, Pachuca, Puebla, Tigres y los Tiburones Rojos del Veracruz.
Las Leyendas del Atlético Morelia enfrentaron en muy buena lid al Real Panindícuaro, un conjunto que cuenta con futbolistas de muy buen nivel, jugadores que le saben mucho al juego del hombre, que lo practican con singular alegría y que han sabido hacer del futbol la principal de sus actividades lúdicas, el mejor de los instrumentos para mantenerse activos y en forma, la práctica que les permite socializar, convivir y solidarizarse unos con otros en los ámbitos de la camaradería, la amistad y, desde luego, una forma de vida.
Desde el silbatazo inicial, Real Panindícuaro se lanzó al abordaje, como queriendo comerse el balón, el tiempo, la distancia. Imprimió velocidad, ímpetu y carácter, como si en cada jugada le fuera la vida, como si se estuviera jugando la final de un campeonato, un trofeo reluciente o una corona. Leyendas, en cambio, inició pausado, con las encomiendas muy bien establecidas, para que cada elemento hiciera estrictamente lo necesario a fin de no verse sorprendidos, para sobrellevar las acciones, en la inteligencia de que lo suyo era un partido de exhibición.
Leyendas inició con una oncena de mucho valor y peso específico en cuanto a nombres, renombres e historiales se refiere: Mejillas Velázquez, Julio Campero, Francisco Javier “Flaco” Gómez, Alejandro Pliego, Roberto Vargas, Kalú Gastélum, Mario “Mudo” Juárez, Emilio Mora, José María “Chema” Amezcua, Alejandro Leyva y Claudio Da Silva “Claudinho”. Y para la segunda mitad se quedaron en la banca el portero Sergio Cisneros, Martín Reyna, Mario Díaz, Alberto Morales, Gabriel Hernández, Alejandro Ávila, Mario Hernández, Armando Estrada, Alejandro Estrada y Javier Plascencia. Un equipazo que dio cátedra durante todo el partido.
Sin emplearse a fondo, sin gastarse, ni desgastarse de más, los Ex Canarios aguantaron el vendaval de los inicios del partido y, después, poco a poco establecieron el ritmo, el rumbo, la velocidad y las condiciones del encuentro. Poco tuvo que resolver en la portería el Mejillas Velázquez; la zaga lució sólida con Julio Campero, Flaco Gómez, Pliego y Roberto Vargas; la media se impuso por el accionar de Mario Juárez, Kalú Gastélum, Chema Amezcua y Emilio Mora; la delantera, matona, hizo los goles, el de la quiniela fue de Claudiño, a pase de Emilio Mora en el primer tiempo y, el segundo, lo realizó Leyva en jugada de torero desde fuera del área grande con toque magistral sobre el portero.
Buen partido en la Unidad Deportiva del Lugar de Ofrenda, buen ambiente, mucho público con gente de Panindícuaro, Curimeo, El Fresno de la Reforma, Botello, San Diego Amécuaro, Irancuataro, Ex Hacienda de Curimeo y lugares circunvecinos. También estuvieron los chamacos de la Escuela de Futbol Atlético Morelia Panindícuaro, quienes acudieron con el sueño de jugar un rato contra Leyendas, lo que se les hizo realialidad, fuera de programa, porque los Ex Canarios decidieron darles el sí, de tal suerte que después de haber enfrentado a Real Panindícuaro jugaron media hora, en la que se impusieron 2-1 al buen equipo que resultó ser los Canarios de Panindícuaro. Y, así, la fiesta fue más grande, más especial y más atractiva de lo que estaba programada. Al final, todos felices, todos contentos. Enhorabuena y… Así sea.