Tzintzuntzan, con programa nutrido y de primer nivel en Semana Santa

MORELIA, Mich., 17 de abril de 2025.- En Michoacán se realizan más de 900 eventos de primer nivel en torno a la Pasión y Muerte de Jesucristo. El programa más nutrido y representativo es el de Tzintzuntzan, donde las escenificaciones se realizan al aire libre, en locaciones naturales y con la participación de centenares de personas de todas las edades muy calificadas para las personificaciones. Entre las representaciones más relevantes están las de la Última Cena, El Prendimiento, el Juicio de Jesús, el Viacrucis y Los Penitentes, además de la Procesión del Silencio, todo con un realismo que impacta y conmueve a los miles de espectadores que llegan al monumental y bello Atrio de los Olivos del Templo de San Francisco.
Las actividades del Viernes Santo inician muy temprano. Desde la mañana se les ven transitar a Los Penitentes, hombres semidesnudos con grilletes en las espinillas, flagelos (silicios metálicos) para golpearse la espalda, descalzos y con un plato para pedir limosna que entregarán al Señor del Santo Entierro. Se trata de hombres de Tzintzuntzan y diferentes rumbos de Michoacán que llegan a pagar favores recibidos y a dar gracias por bienes alcanzados. Hemos platicado con algunos de ellos y los hay desde aquellos que después de un delito muy grave fueron liberados prematuramente, otros por haber sanado de enfermedades en etapas terminales, aquellos porque se les concedió un milagro en ámbitos del amor y, más, mucho más.
El Viacrucis es una escenificación vívida, con farsantes (actores pueblerinos) que se prepararon durante meses con el fin de darle vida decorosamente al personaje según sus características y personalidad. Es por ello que el visitante, el espectador, el público pues, atestigua actuaciones de primera categoría, mismas que provocan una serie de sensaciones y sentimientos encontrados entre el gran púbico. La crucifixión se realiza en la Capilla Abierta de la gran construcción, ubicada a un costado de los añosos olivos plantados, según la tradición, por Don Vasco de Quiroga, el primer obispo de Michoacán.
Fuera del gran y hermoso Atrio de los Olivos se tiene un tianguis gastronómico, donde se expone y venden antojitos mexicanos y, de manera especial, suculencias culinarias propias de la Región Lacustre de Michoacán, todo cocinado bajo las normas que establece la costumbre y la tradición de los purépechas. Y allí, cerca, también hay un tianguis artesanal fijo que oferta todo tipo de piezas elaboradas por los creadores de los distintos rumbos de Michoacán. En suma, Tzintzuntzan, la antigua capital del Señorío Tarasco, es un destino en el que se vive la Semana Santa de manera singular y con apego a costumbres que vienen desde la época de la colonia, prueba de ellos son los grilletes y los silicios que usan Los Penitentes, habida cuenta que la mayoría fueron fundidos hace más de 450 años. Así sea.