MORELIA, Mich., 8 de junio de 2018.- El yucateco Carlos Peraza, quien participa en la Olimpiada Nacional 2018, en la disciplina de tiro deportivo, se llena de orgullo al participar en una competencia que para él, reúne a todos los atletas de los estados para competir y poner a prueba sus habilidades deportivas.

 

De acuerdo a un comunicado de prensa, el tirador se refiere a su disciplina como un deporte no conocido, ya que el manejo de armas en un atleta no es común, fue así que se inspiró en practicarlo para que sus familiares, amigos, pero sobre todo que los mexicanos lo conozcan a través de él.

 

 

“El tiro deportivo es muy bonito, ya que es un deporte en el cual no sólo por usar una arma perdemos los valores, al contrario, los atletas inculcamos la disciplina y el uso correcto de las armas”, comentó.

 

El joven de 14 años de edad, comenzó a practicar esta disciplina a los 9 años, debido a su gusto por los juegos en los puestos de las ferias.

 

“Comencé a practicar este deporte, porque me gustaba mucho ir a la feria, era algo muy especial para mí tirar en los puestos, porque soy fanático de las armas, y el tiro deportivo es una buena forma de usar con valores un rifle”, expresó.

 

Para Peraza, representar a su Estado en una Olimpiada Nacional es un privilegio del que no todos gozan, sin embargo, expresó que ocupar ese lugar, lleva un largo proceso de dedicación y esfuerzo por cumplir sus sueños de llegar a ser seleccionado nacional en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), de la CONADE.

 

 

“Representar a mi estado es un privilegio; me costaría mucho dejar a mi familia por cumplir mis sueños, pero el profesionalismo me llevaría a tomar esta decisión de luchar por mejorar como persona, pero sobre todo por ser un buen atleta para representar a mi país”, detalló.

 

El atleta quien entrena en el Deportivo Inalámbrica de Mérida, Yucatán, asegura que su virtud dentro del deporte es la dedicación, así como todos los valores que ha desarrollado a lo largo de su experiencia en los entrenamientos.

 

“Me ha costado permanecer en el deporte, el sacrificio a través de mis arduos entrenamientos, cansancio y no estar con mis seres queridos por cumplir una meta, lo considero mi mayor virtud, debido a la dedicación y empeño que pongo”, puntualizó.

 

A pesar de que sus metas a corto plazo, son prepararse y entrenar para mejorar en su próxima Olimpiada, el sueño por ser medallista Olímpico sigue latente.

 

“Llegar a unos Juegos Olímpicos es algo que imagino muchas veces, me inspira a seguir adelante en este deporte, además representar a un país completo, me motiva para entrenar duro y cumplir mis objetivos”, finalizó.