Julio González no atrapa balón y Nacho Rivero libera grito de gol
Este fue un tipo de partido que los Pittsburgh Steelers suelen tener.
Con la espalda contra la pared, jugando en casa, en horario estelar. La mesa estaba puesta para una victoria que corrigiera el rumbo.
En lugar de eso, los Steelers salieron sin mucha fuerza y nunca pudieron recuperarse de un mal inicio. Un muy bien equipo de los Chicago Bears dejó el Heinz Field con una victoria 40 a 23 y ahora es momento de auto análisis.
Con marca de 0-3, la temporada de los Steelers está al borde del abismo y apenas estamos en el mes de septiembre. Lo que sigue ahora es un viaje a Londres en donde enfrentarán a otro equipo carente de triunfos en los Minnesota Vikings. El pueblo de Gran Bretaña merce algo mejor.
Los Bears enviaron su mensaje rápidamente, saltando a una ventaja de 17 a 0 en el primer cuarto. Fue una historia familiar a la ofensiva para los Steelers, que le pidieron a Ben Roethlisberger que moviera el balón sin la ayuda de un juego terrestre. Roethlisberger hizo su mejor esfuerzo lanzando para más de 400 yardas y teniendo a Pittsburgh cerca, con el marcador 27 a 23 en el último cuarto.
Pero una impresionante serie ofensiva de Jay Cutler y los Bears volvió a poner a los Steelers en una situación precaria. Un devastador balón suelto de Roethlisberger devuelto para touchdown borró cualquier drama que estuviera esperándolos. Los Steelers terminaron con cinco entregas de balón que llevaron a 23 puntos de Bears.
“Tenemos que cuidar mejor el ovoide”, dijo Mike Tomlin tras el partido. “No voy a describirlo de ninguna otra manera más que así”.
Los Steelers no pueden correr, no pueden proteger el balón, no pueden detener al rival en los momentos clave. Este está muy lejos de los equipos de Tomlin que recordamos.