MORELIA, Mich., 30 de julio de 2020.- Durante muchos años y en distintas épocas fue el pulmón para el progreso y fortalecimiento de la estructura del Club Deportivo Guadalajara, ya que era el último paso de los jugadores de la cantera antes de dar el salto a la Primera División, y ahora está de vuelta. El Tapatío, cuyo gran legado se tatuó en el corazón rojiblanco, será uno de los cuadros que compita en la naciente Liga de Expansión.


Ante la necesidad de formar jugadores de manera más específica para cubrir el perfil para pertenecer al equipo más popular y querido de México, en 1973 se fundó El Tapatío para competir en la Tercera División y un par de años después ascendió a Segunda, circuito en el que permaneció hasta 2002 y de ahí en adelante jugó en la Primera A; su adiós de la escena futbolística nacional se dio en 2009, cuando la franquicia fue adquirida por la Universidad de Guadalajara.


Más allá de los logros deportivos, este equipo tiene toda la estirpe rojiblanca. En él Jonny Magallón fue el capitán eterno, Omar Bravo encontró su camino como goleador del Chiverío, Javier Chicharito Hernández reencontró su rumbo en el futbol para despegar y luego triunfar, y Carlos Salcido reafirmó su sentimiento de pertenencia al Rebaño Sagrado, entre muchas otras particularidades.


Uno de sus capítulos más memorables lo escribió en 2003, cuando estuvo a punto de lograr el ascenso al Máximo Circuito, ya que puso en serios predicamentos al León en su propio territorio, pero La Fiera terminó por llevarse la serie; por cierto, esta fue la primera final oficial de un representativo del club en la era de Jorge Vergara (q.e.p.d.) como Presidente de Chivas.