Debuta el BMX Flatland en Juegos Nacionales
MORELIA, Mich., 19 de marzo de 2015.- Cruz Azul es un equipo que no encuentra el equilibro. Si en las primeras jornadas sobrevivía gracias a la defensa, ante la pobre producción del ataque, ahora que ha encontrado más goles, su línea defensiva se empieza a hacer agua.
Por esa razón, La Máquina marcha sin rumbo definido, porque ni ataca ni defiende con eficacia. Ya son cuatro juegos en los que no conoce el triunfo, y aunque los focos rojos no se han encendido del todo en el seno cruzazulino, los antecedentes inmediatos presagian un desenlace decepcionante.
Y es que con Luis Fernando Tena, Cruz Azul ha vivido en constantes altibajos durante estos tres torneos. Es cierto, hace un año logró el superliderato del Clausura 2014 y consiguió una racha de ocho victorias consecutivas (de la Jornada 2 a la 9), pero después de ahí empezó un descenso del que –aparentemente– no se hapodido recuperar.
De acuerdo a Milenio, en esa misma temporada a La Máquina le alcanzó la inercia para ganar apretadamente y con gol de visitante la Concachampions al Toluca, pero después lo echó el León en los cuartos de final.
Una vez que concluyó la racha de los triunfos seguidos, el equipo del Flaco Tena no volvió a hilvanar victorias, situación que se extendió en todo el Apertura 2014, es más, tan mal e irregular estaba ese Cruz Azul que fue incapaz de ganar de visita en el semestre pasado.
Obviamente esta mala racha derivó en sendos fracasos tanto en la Liga, la Concachampions y el Mundial de Clubes. Pues bien, ese conjunto tan inestable que apareció a finales del Clausura y predominó en todo el Apertura 2014, parece estar de regreso.
Ahora, en esta temporada, La Máquina no termina por convencer.
EQUIPO DE CONTRASTES
De la Jornada 1 a la 5, Cruz Azul fue un equipo sólido en defensa y ahí basó toda su fortaleza. Con cinco juegos sin recibir gol, los tres que anotó, en cambio, valieron su peso en oro. Con esa productividad ofensiva tan raquítica, a La Máquina de Tena le alcanzó para llegar al liderato general en la fecha 5, a razón de tres triunfos y dos empates.
Eso sí, en dos partidos (ante Veracruz y Puebla) el conjunto cruzazulino mostró un nivel muy por debajo de lo esperado, en los que prácticamente no generó ninguna oportunidad clara de gol.
Aun así, el equipo era muy ordenado y aunque no marcaba mucho, la defensa daba la cara para mantener el invicto. El buen momento de Cruz Azul se prolongó a la Jornada 6 cuando venció a domicilio al Querétaro por 1-2 viniendo de atrás, pero después la historia cambió por completo.
En la Jornada 7, La Máquina recibió a Chivas y con un buen funcionamiento ganaba ese partido por 1-0, pero Luis Fernando Tena quiso controlar el partido, cediendo la iniciativa y jugando al contragolpe; al final, la apuesta no funcionó y El Rebaño le dio la vuelta al juego.
Éste ha sido el punto de quiebre. Porque ese juego destapó los vicios de La Máquina, que empezó a tratar de controlar demás los partidos, pero su línea más fuerte empezó a flaquear para esa tarea: la defensa.
Si en los primeros cinco juegos Cruz Azul no recibió gol, en estos últimos cinco le han hecho siete anotaciones. Es cierto, ha aumentado su cuota goleadora de tres a nueve tantos, pero sin la solidez en la zaga, esos tantos no se han reflejado en puntos.
En las primeras cinco jornadas el conjunto de Tena tuvo una productivas de 73 por ciento, después solo ha alcanzado el 33. Así, con estas intermitencias deambula el cuadro cementero, sin un rumbo fijo y con los fantasmas de todos sus fracasos rondando en el aire.