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Peyton Manning de los Denver Broncos recién había terminado de dar cuenta de Philip Rivers y los San Diego Chargers 24 a 17 cuando se le preguntó si un reporte sobre su futuro ocupaba su mente.
“En verdad no”, dijo Manning de acuerdo al Boston Globe. “Lo que está ocupando mi mente es qué tan rápido me puedo poner una Bud Light en la boca. Esa es la prioridad número uno”.
Manning completó la mejor temporada regular de todos los tiempos para un quarterback y está en la pelea por ganar su segundo anillo de Super Bowl. Así que, desde luego, un reporte de ESPN de que una revisión de su cuello en el receso de temporada dictará su futuro en la NFL no es una preocupación para él en estos momentos.
“Para mí y para el equipo, esta temporada ha sido un asunto de una semana a la vez”, dijo Manning, según el USA Today. “A lo largo de todo lo que ha pasado, perder a nuestro coach y perder a distintos compañeros por lesión, esa mentalidad nos ha dado buenos resultados. Creo que necesitamos mantener esa mentalidad de aquí en adelante”.
Manning está muy consciente de que sus oportunidades de levantar el Trofeo Lombardi están disminuyendo. Él mismo lo dijo recientemente con su declaración de “la luz al final del túnel”. Sin embargo, él no planea preocuparse sobre lo que podría suceder en el receso de temporada.
Esta semana se concentrará únicamente en derrotar a Tom Brady y los New England Patriots por el derecho de jugar en otro Super Bowl.
Manning tiene toda la semana para hablar sobre los Patriots y todo el receso de temporada para preocuparse por sus problemas médicos. Después del triunfo, él solo quería una cerveza.