Doblete de Ceren da triunfo al Atlas Femenil
MORELIA, Mich., 20 de mayo del 2015.- La ex atleta cubana Ana Fidelia Quirot, entre lágrimas y orgullo rememoró los momentos más duros de su vida por los que pasó en aquel enero de 1993, ante una sala repleta por atletas michoacanos, entrenadores y alumnos de nivel superior, en el Centro de Información de Arte y Cultura de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
En conferencia motivacional, la medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, motivó a los deportistas presentes a que se esfuercen y obtengan provecho ante las instalaciones deportivas que se encuentran en la capital del estado, todo a ello en comparación a su país natal, La República de Cuba; donde existen muy pocos centros deportivos.
“Tienen mejor infraestructura en cuanto a instalaciones, nosotros casi no tenemos nada, todo lo hacemos a pulmón, a conciencia, a las iniciativas del propio cubano, nos la ingeniamos con cualquier cosa para salir adelante, aquí ustedes simplemente en la universidad tienen el privilegio de tener una pista, quisiera saber cuántas las hay en toda la ciudad, nosotros en la Habana a duras penas tenemos 2 y no están en buenas condiciones, en las demás provincias no existen, ahí corren en pistas de arcilla”.
“Ojalá que en Cuba tuviésemos todo lo que tienen ustedes”, relató la también ganadora de bronce en Juegos Olímpicos en Barcelona 1992.
La famosa cubana conocida como la Tormenta del Caribe, aún se mantiene en constante actividad física, profesionalmente participó en las pruebas de 400 y 800 metros planos y en relevos 4×400.
Ana Fidelia Quirot sufrió un accidente doméstico en el que sufrió graves quemaduras de segundo y tercer grado en el 38 por ciento de su cuerpo, ante ello relató cómo fue su recuperación después de que participó en una competencia deportiva.
“A los 9 meses que me pasó el accidente, participé en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Puerto Rico, donde obtuve la medalla de plata que para mí y mi país, fue la medalla de dolor y de la valentía deportiva, esa presea me dio paz, de saber que todavía tenía condiciones y fuerza en mis pies para seguir dándole gloria a mi nación y Latinoamérica”.
“Después de esos juegos, me sometí a la cirugía reconstructiva para conseguir por completo la flexibilidad; fue un éxito más de la medicina cubana. Siempre tengo en mi recuerdo el agradecimiento a los médicos que me salvaron la vida, porque en ese momento no era si Ana Fidelia volvería a correr, lo importante era salvarme la vida”.
Además resaltó el cariño de los cubanos y en especial del ex presidente de Cuba: Fidel Castro.
“En ese tiempo la gente alentaba para que luchara por mi vida, a los médicos del hospital, el pueblo de Cuba a las primeras horas de mi accidente estaban afuera del hospital para escuchar noticias sobre mi salud, a esa persona que nunca abandona al ser humano, el comandante Fidel Castro, que estuvo al lado de mi dándome el aliento de luchar por la vida”.
Así mismo estuvieron presentes en compañía de la deportista, Medardo Serna, rector de la máxima casa de estudios en Michoacán y Sergio Barajas Acosta, jefe del departamento de educación física de la UMSNH, quien además entregó un reconocimiento por parte de la institución que representa.