Doménec Torrent es el nuevo entrenador del atlético de San Luis
Lo que hay que saber del partido del domingo entre los 49ers y los Seahawks por la final de la Conferencia Nacional de la NFL en el CenturyLink Field:
Cuando los 49ers (14-4) tienen el balón:
San Francisco tienen un buen juego terrestre, encabezado por Frank Gore y al que se puede sumar el quarterback Colin Kaepernick. San Francisco intenta imponer de entrada sus acarreos, apuntalado por una línea en la que sobresalen Joe Staley y Mike Iupati. Esto quiere decir que insistirán mucho en las corridas de Gore por adentro, y de vez en cuando por afuera, al tiempo que tratarán de aprovechar la velocidad de Kaepernick, de lejos el mariscal más rápido de la NFL.
Pero Gore ha tenido problemas contra Seattle, equipo cuya línea es de las mejores. Figuró séptima en la NFL y cuenta con un Barndon Mebane que tapa muchos agujeros. Red Bryant y Michael Bennett aportan versatilidad y fuerza.
Si los 49ers no pueden avanzar por abajo, los linebackers de Seattle Bobby Wagner y Bruce Irvin tendrán más libertad y Bennett, Chris Clemons, Cliff Avril e Irvin podrán tratar de apurar más a Kaepernick. Llegar, y voltear, al mariscal de San Francisco, no obstante, no es fácil.
Kaepernick la pasó muy mal en el partido que San Francisco perdió 29-3 contra Seattle en septiembre y en sus dos presentaciones en el CenturyLink Field. Pero ahora es un jugador más maduro y tiene marca de 3-0 en partidos de playoff como visitante.
Para ganar un cuarto partido afuera tal vez tenga que usar su brazo más de lo que el técnico Jim Harbaugh quisiera. Por eso la batalla entre los receptores de San Francisco y la línea secundaria de Seattle asoma como uno de los duelos más interesantes del partido.
El receptor Anquan Boldin ayudó a Baltimore a derrotar a los 49ers en el Super Bowl del año pasado y ha tenido una gran temporada. Y desde que Michael Crabtree volvió de una lesión en el talón de Aquiles, los 49ers no han perdido, ganándole incluso a Seattle. Su juego aéreo, por otro lado, alcanzó otro nivel. Si se tiene en cuenta que Vernon Davis es tal vez el ala cerrada más peligroso de la liga en los pases largos, es de esperar que la defensa de Seattle tenga mucho trabajo.
Los receptores de San Francisco tendrán que lidiar con dos marcadores de primera, Richard Sherman y Earl Thomas, que tuvieron ocho y cinco intercepciones respectivamente. Kam Chancellor es casi igual de bueno, sobre todo contra el juego terrestre. Y Byron Maxwell fue un hallazgo, que hace que no se extrañe a Brandon Browner, suspendido por la NFL.
Cuando los Seahawks (14-3) tienen el balón:
El ataque de Seattle no anduvo tan bien en las últimas semanas, pero se las ingenia para anotar cuando hay que hacerlo. El corredor Marshawn Lynch aportó 140 yardas y dos touchdowns contra Nueva Orleáns.
La defensa de San Francisco no es tan fuerte adelante, pero cuenta con un Justin Smith que hace de todo y con linebackers estelares como NaVorro Bowman, Patrick Willis y Ahmad Brooks.
Al técnico Pete Carroll le gusta dejar que Lynch haga de las suyas, lo que alivia la carga del quarterback Russell Wilson. Si los 49ers logran contener a Lynch, toda la responsabilidad recaerá en Wilson, que no ha descollado con sus pases últimamente.
Igual que Kaepernick, Wilson sabe escabullirse cuando se le vienen encima. No es tan rápido como su rival, pero sí más hábil para evitar rivales e ingeniárselas para seguir pasando la bola.
Igual que San Francisco, Seattle tiene una línea ofensiva con mucha presencia física, en la que se destacan Max Unger y Russell Okung.
Tendrá que buscar la forma de contener a Aldon Smith, Justin Smith y compañía, y evitar que se le acerquen a Wilson.
Los receptores de Seattle no son comparables con los de San Francisco y ese sector se resentirá más todavía por la ausencia de Percy Harvin, descartado por una conmoción cerebral. Doug Baldwin, Golden Tate y Zach Miller, no obstante, pueden causar algunos dolores de cabeza.
Formaciones especiales
Están bastante parejos en este sector, aunque Seattle pierde por la baja de Harvin, imprevisible con sus devoluciones de punts y puntapiés iniciales.
Tate también es capaz de hacer grandes cosas en las devoluciones.
Ambos tienen pateadores confiables. San Francisco cuenta con el veterano Phil Dawson, que decidió el partido de comodines contra Green Bay en los segundos finales. El punter Andy Lee va siempre al Juego de Estrellas.
Seattle tiene al kicker Steven Hauschka, de gran desempeño durante la temporada, y al punter Jon Ryan (9), que obliga al rival a arrancar desde muy atrás.
Técnicos
Harbaugh y Carroll no se pueden ver. Sus problemas comenzaron cuando dirigían en el fútbol universitario, a Stanford y USC, y Harbaugh dejó que su equipo siguiese anotando al por mayor en un partido que ya estaba decidido. “¿Qué te pasa?”, le preguntó Carroll cuando se cruzaron en el medio del terreno una vez finalizado el duelo.
De la mano de Harbaugh los 49ers han estado ganando partidos como no lo hacían desde la época de Bill Walsh. Por tercer año seguido jugarán la final de la conferencia bajo su mando. Reboza confianza… y arrogancia.
Carroll es un eterno optimista que transmite su fe a sus jugadores y no hay equipo más agresivo que Seattle, sobre todo en la defensa, la especialidad del técnico.
Intangibles
Por jugar en la misma división, se conocen bien y no habrá secretos.
Las peores derrotas que sufrió Harbaugh fueron en sus dos últimas visitas a Seattle, que ganó con un marcador global de 71-16. Pero los 49ers son un equipo con experiencia en este tipo de partidos y que probablemente pueda sobreponerse al ensordecedor griterío de los fanáticos de Seattle, que ha decidido muchos juegos.