Tres hermanas con un mismo objetivo: Los Ángeles 2028
MORELIA, Mich., 15 de abril de 2015.- Gran juego es el que se pudo ver en el Parque de los Príncipes. El Barcelona apretó y el PSG resistió a todo lo que puede los embates de los españolesy al final lo doblegó 1-3 en la ida de los Cuartos de Final de la Champions League.
Durante los primeros minutos el equipo azulgrana comenzó rematar de todos lados. No quedó espacio por donde no ir en camino a la portería de Sirigu, quien era protegido por una pared azul que se hacía pedazos.
Uno de los intentos más claros de los blaugranas fue por medio de Messi, quien por la banda izquierda lanzó un balón precioso que lamentablemente se estrelló en el palo derecho. Era solo un aviso de que por ese sector iba a llegar el gol.
A los 18 de juego, tras un intento de Rakitic, La Pulga pudo mandar un pase buenísimo a Neymar, quien entró por lado izquierdo y le pegó a la pelota con el borde interno del pie derecho y la misma se fue al fondo de las redes.
Tras el gol se produjo un cambio que nadie lo esperaba. Thiago Silva se lesionó y fue sustituido por el milagro hecha persona: David Luiz.
Después del gol las jugadas fueron más cautas por los dos conjuntos que pensaban muy bien lo que iban a hacer con el esférico. Pero algunas desconcentraciones casi le cuestan claro, como al Barza, por ejemplo, cuando Edison Cavani se encoentró solo frente al arco, pero Mascherano salvó la situación. El Jefecito era quien tenía una de las actuaciones más sobresalientes.
Casi a la media hora de juego Neymar por poco realiza un calco de lo hecho en el primer gol, pero Sirigu cerro bien su espacio.
La parte complementaria desnudó las falencias del PSG, que no encontraba la manera de hacer daño a un Barcelona encendido. Los únicos que buscaban el descuento eran Cavani, Pastore y Maxwell. Los tres eran insuficientes para vencer a la murala que eran los cule y Ter Stegen.
El segundo gol llegó por medio de Luis Suárez, quien estuvo desaparecido el primer tiempo. Una asombrosa acción individual permitió sacarse de encima a cuatro jugadores azules. Una gran anotación para un gran delantero.
Los minutos trasncurrían y la moral del los de casa estaba en picada, mientras que el ánimo de los visitantes incrementaba, más aún con un David Luiz desordenado e impreciso.
EL tercer gol fue obra de Lusito. Pasó en medio de varias defensores y con maestría colocó la redonda por arriba de Sirigu.
El descuento fue un autogol de Mathieu, quien no rechazó el remate de Van der Wiel y la mandó a las redes del alemán.
Con el pitazo final los ánimos no pueden ser mejores en la visita. Practicamente tienen la llave cerrada para las semifinales.