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MORELIA., Mich, 6 de agosto de 2014.- El artista plástico originario de Uruapan, Cecilio Carlos Rea, desde los 12 años descubrió su gusto por la pintura e incursionó de la mano del también pintor Manuel Pérez Coronado, mejor conocido como Mapeco.
La carrera del artista tras la muerte de su maestro Manuel Pérez, fue algo incierta al no contar con un mentor en forma, al respecto Cecilio Carlos, comentó que: “en la primaria me presentaron a Manuel Pérez Coronado eso fue en 1964, desgraciadamente fue poco el tiempo que estuve con él ya que le maestro murió en un accidente en 1970 y de ahí seguí adelante agarrando los conocimientos de donde podía, llevo 47 años pintando, yo nunca he trabajado, no sé lo que es el trabajo, yo no percibo un salario o tengo un patrón ya que toda mi vida ha sido la pintura”.
Los grandes genios no saben dar clases, expresó Cecilio Carlos al recordar a dos grandes de la pintura en Michoacán como Mapeco y Alfredo Zalce de quienes externó que: “cuando yo visité al maestro Zalce, veía que sus alumnos le preguntaban ¿cómo ve mi obra?, y él les decía ahí la lleva, con esto no estoy criticando, ellos no tenían tiempo de dar clases, tenían en sus cabezas las imágenes de lo que iban a hacer, ellos no pueden estancarse; me acuerdo cuando el maestro Manuel estando yo chamaco, me preguntó si quería ser pintor y yo le dije que si, a lo que él me comentó siéntese ahí y véame pintar ya que el arte entra por los ojos”.
Respecto a la creación de los artistas en instituciones, el pintor expresó que: “los artistas con todo el respeto debido, se hacen fuera de las academias, las academias con buenas pero hasta cierto punto, cuando salen de la academia es cuando comienzan a crear, por eso los académicos se dedican a todas las normas de la academia y los que tienen esa intuición de seguir adelante se brincan las trancas que les son puestas”.
A la edad de 60 años, el oriundo de Uruapan comentó ser todavía un estudiante ya que al viajar a otros países adquiere nuevos conocimientos y dijo que: “cuando fui a Argentina lo primero que hice fue ir a Bellas Artes, esto para aprovechar todos los movimientos y nuevos conceptos que de ahí surgen, lo mismo hago en cada patria que visito, para tratar de estar actualizado”.
Una de las grandes experiencias que Carlos Rea externó, es cuando viajó a España, lugar donde comentó que aprendió el concepto de la Divina Proporción, el cual explicó que: “es un código numérico de un cuadro para que el pintor sepa dónde va a meter lo más importante de un cuadro, ese código sale sacando la raíz cuadrada de cinco, después le restas uno y lo divides entre dos, lo cual te dará la cantidad de .618, ese número se multiplica por lo que mide el ancho del lienzo en el que estás trabajando, si no existiera ese punto de oro como también se le conoce, no habría armonía en la obra”.
El arte se mide por su calidad, no por su temática, el arte no tiene fronteras, tan importante es un cuadro abstracto como uno figurativo, este último llega más a las masas ya que es fácil de apreciar, en cambio para el arte abstracto se necesita un poco más de conceptos; una obra de arte tiene que verse de forma objetiva y subjetiva, lo objetivo es la técnica, el color, entre otros valores, en cuanto a lo subjetivo es la tristeza y hasta la fealdad, en lo subjetivo se tiene que ver en el cuadro lo que el pintor nos quiere decir, el arte no es para entenderlo, es para comprenderlo”, puntualizó el artista.
Otra de las grandes facetas que el artista tiene y le apasiona, es la literatura, motivo por el cual también ha escrito: “escribo ya que opino que el pintor debe de hacer dos cosas, una escribir sus experiencias para los jóvenes que vienen, y la otra es dar charlas para transmitir lo que uno sabe o ha aprendido, he escrito tres libros, “Pasión y entrega en la pintura”, “Había una vez un Lago” y “La última genial pincelada”, esto lo he hecho para escribir las experiencias de los lugares que visito”.
Como parte de la formación de los pintores, para Cecilio Carlos es importante que sepan las diferentes técnicas de grabado, saber hacer lo que es acuarela, oleo, acrílico y técnica de espátula, entre otras, y agregó que: “que después a uno le guste algo y siga por ese camino ya es diferente”.
Agregó que: “yo era paisajista pero al momento de viajar y conocer nuevos conceptos quise hacer algo diferente, yo no tengo una temática preferida, se dice que los pintores nunca estamos conformes y si existe un hombre que sea infeliz es el artista, ya que siempre estamos pensando en que la mejor obra la vamos a hacer mañana y nunca llegamos, en mi cabeza tengo una luz que me dice que puedo llegar, pero hasta ahorita no he llegado y seguramente me voy a morir así, pensando que llego y no llego y creo que eso es un problema de todos los pintores, falso es el que dice que llegó o que diga que ya la hizo, esos son intentos”.
Las obras del michoacano han sido expuestas Cuba, España, Argentina e Italia, pero lo importante para él argumenta que es lo que se trae, ya que acostumbra quedarse uno o dos meses en el país que visita y hacer apuntes.