MORELIA, Mich., 7 de diciembre del 2014.- Este domingo se cumplen 17 años de la última ocasión en que Cruz Azul levantó la copa y se convirtió en el nuevo monarca del futbol mexicano, son diecisiete años de 5 finales perdidas, de frustraciones y decepciones para su historia y su afición, un domingo 7 de diciembre, Cruz Azul era campeón del torneo Invierno 1997.
Esa final dramática en la ciudad de León Guanajuato fue inolvidable para los cementeros, el penal que cometió David Comizzo ante Carlos Hermosillo quien el mismo se encargó de cobrar desde los once pasos y derramando sangre, está plasmada en la memoria azul, en el global lo ganó 2 a 1 gracias a esa falta dentro del área.
En la Ida, Cruz Azul ganó un gol a cero en el Estadio Azul, con gol de Benjamín Galindo también en tiro penal, se llevaban la ventaja ante los Esmeraldas para cerrar la serie en el Nou Camp.
En la vuelta, Misael Espinoza le dio esperanzas a los Panzas Verdes, a los cincuenta y tres minutos consiguió el gol que significaba el empate para su equipo, obligó a que el juego se fuera a tiempos extras.
Comenzaron los tiempos extras y el nerviosismo invadía a jugadores como a Francisco Palencia, Carlos Barra, Héctor Adomaitis, Juan Reynoso, Óscar el Conejo Pérez y entre otros jugadores se veía reflejado ante el dominio de la oncena guanajuatense que estaba conformada por Sigifredo Mercado, Carlos Turrubiates, Everardo Begines, Flavio Davino, etc.
Llegó el minuto 100´, Palencia lanzó un centro desde la media luna para Hermosillo que cerraba en diagonal, salió Comizzo y sorpresivamente derribó a Carlos y ya tirados en el césped, el arquero argentino lanzó una patada sobre la cara del delantero cruzazulino y este empezó a sangrar de la ceja izquierda, producto del golpe, Arturo Brizio no lo dudó y marcó pénalti.