Fusionan la comida, la cultura y el arte con taller de dibujo en el CCC
MORELIA, Mich., 02 de agosto de 2016.- Enrique Revuelta, hijo del desaparecido pintor muralista y retratista de Indaparapeo, Enrique Revuelta, cuenta a Quadratín que expondrá algunas obras en la Novena Sala Penal del Poder Judicial por mediación del magistrado Gilberto Bribiesca Vázquez.
“Él impulsa mucho el arte platicamos y nació esta idea”. Explica que el magistrado tiene una obra de él, que es una fusión de dos culturas, es decir un Caballero Águila con un español a caballo entrelazándose. “Es muy conocida, es de Jorge González Camarena, el muralista mexicano que fue maestro de mi padre”. Cuenta que ahora el magistrado le pidió una Conquista. Indicó que pierde crédito si es un copista “pero no me da miedo decirlo, soy copista en ese tipo de situaciones, pero por lo regular todas mis obras son originales y bueno, el que me quiera tirar pues me va a tirar de todos modos”, deja en claro Revuelta.
Enrique se considera un pintor de cepa porque ha estado involucrado en la pintura desde muy pequeño gracias a su padre, son, dice, sus orígenes. “Estudié derecho y psicología sin suerte porque no me gustó, siempre me llamó la atención el arte y básicamente llevo 20 años de profesional; deserte de esas dos carreras porque de plano nunca me vi en eso”, explica.
Aunque le gustan todas las corrientes de la pintura, no le llama la atención tanto lo abstracto, sin embargo no le cierra la puerta; está consciente de que su carrera puede llevar un giro hacia la abstracción, “hay modos y hay formas de abstracción pero a mí me gusta la figura humana, lo figurativo es mi corriente”.
“Todos los grandes empezaron por algo, desde luego empezaron por la figura, por lo académico y después con el tiempo salió un Picasso y salió el Cubismo, después salió un Dalí con su Surrealismo, y a lo mejor yo estoy en búsqueda de esa identidad como artista” reflexiona.
Actualmente hace figura humana, quijotes, y sobre todo retratos, algo que su papá realizó con constancia. Entre el 2008 y el 2009 expuso en el Palacio Municipal de Morelia, señaló que han sido pocas veces las que ha expuesto, “porque siempre me ha gustado la exposición individual, no sé, hay algo de egoísmo en mí”.
Señala que de todos modos para él no hay muchos foros. Dijo que ha hecho mucha labor para que se le abriera este espacio en el Poder Judicial, “pero en otras instancias es muy complicado, te dan muchas largas y por lo mismo casi no recurro a la Secretaría de Cultura, pero sí considero que le hace falta más promocion al arte”.
Enrique deja en claro nuevamente que no es copista, “todo lo que hago es original, mío, a excepción de algunas piezas que me mandan hacer, pues obviamente le moveré aquí y allá pero pero prácticamente todos mis cuadros son originales”, señala.
Por ahora Enrique terminó uno de los cuadros más grandes que ha hecho en cuanto al formato, el que expondrá en el Poder Judicial, ya que mide cuatro metros de largo por dos y medio de alto; “como soy pintor de caballete estoy acostumbrado a los formatos medianos, es decir, de un metro por 80, metro y medio por un metro, cosas así, y además este trabajo me demandó mucho porque hay muchos elementos, es una Conquista de alrededor de 30 personas, tiene muchos detalles, tentativamente se llama Conquista, pero no quiero mover mucho el título, como no es mío. Pero te repito, le modifique algunos aspectos, pero en esencia sí es de otra persona Pero bueno es parte de mi historial” reconoce.
Enrique revuelta explica que a diferencia de su padre, que estudió en La Esmeralda, él es autodidacta, “mi papá se muere cuando yo tenía unos 14 años y en ese entonces yo como cualquier joven no tenía una aspiración, ningún interés por las artes. Entonces al fallecer, me dedico a estudiar todo lo que te comentaba, pasó el tiempo y me llamó la atención; llámalo sangre genética o lo que sea, regresé a la pintura, me incorporo a la pintura en forma, decido no aprender de nadie porque si no le pude aprender a mi papá sería como una falta de respeto hacia él, así lo veo” aclara.
“En lo figurativo para mí lo más difícil de pintar son las manos, pero me gusta sin embargo el rostro, no lo cambio por nada las expresiones. Indica que es necesario buscar una cualidad y plasmarla, pero no es tan fácil
“La verdad siento que en unos ojos radica mucho una expresión y ahí digo que es como un 70 por ciento, cuando hago mis retratos le echó más los kilos en los ojos que en cualquier otra parte de la cara”, asegura.
Para revuelta el cuerpo de la mujer le parece bellísimo nada burdo, “pero la verdad es que no hay mucha gente dice que lo pueda apreciar de esa forma está muy desvirtuado el concepto”, finaliza.