Brigadistas controlan incendio en el Cerro de la Charanda
URUAPAN, Mich., 3 de mayo de 2016.- Zonas boscosas de Uruapan, Tancítaro y Peribán, han sido devastadas por la mano del hombre, y sus montañas. Ocultan extensas huertas de aguacate, caminos de terrecería, ollas agrícolas e incluso largas galeras para almacenar fumigantes e incluso para vivir en ellas.
La difícil situación que se vivió en días pasados en el Cerro de La Cruz a simple de vista de ojos de miles de ciudadanos, refleja condiciones que no requieren del análisis de profesionales, son casos específicos en donde no hay 250 hectáreas dañadas, la afectación se manifiesta en por lo menos 400 hectáreas de la superficie forestal que queda, que es la que observamos a diario, de sur a norte, el Cerro de La Cruz o de Las Antenas, de la parte trasera queda muy poco después de las antenas y de lo que vemos a simple vista, existen huertas de producción de aguacate, hay ollas de agua, caminos amplios de tierra charandosa.
Ellas, mucho mejores que cualquier brecha corta fuego o guarda raya y una estructura de caminos que da fácil acceso a casi cualquier vehículo, lo difícil por entrar es la parte que vemos, en la parte posterior pueden ingresar camiones, maquinaria de construcción y cualquier objeto necesario, la altura no importa, nada estorba.
La expresión de algunos funcionarios en que “no se afectó nada”, puede calificarse como lamentable, efectivamente el arbolado adulto en la parte alta permanece verde, en muchas zonas, en otras los incendios de copas arrasaron con el arbolado, de los arbolitos de renuevo sembrados en las pasadas reforestaciones, ni hablar, de ellos nada queda.
Las declaraciones también olvidan que La Cruz es refugio de muchas especies endémicas, pero hasta el momento nadie ha dicho nada sobre los animales, las aves, y sus crías, que también son seres vivos, pero no son árboles, hace falta conciencia, criterio y sensibilidad antes de minimizar el daño radical que en este 2016 fue provocado en repetidas ocasiones, cada año ha habido incendios, era tradicional, pero hasta 20 años atrás ninguno tan descomunal como el de la semana pasada.