MORELIA, Michoacán. 07 de marzo de 2016.- En el Centro Histórico de Morelia y lugares cercanos a él, pueden encontrarse tiendas donde compran y venden libros usados. Según algunas encuestas especializadas el nivel de lectura de los mexicanos es sumamente bajo. ¿Cómo sobreviven estos comercios que parecen vivir al borde de la paradoja?
Uno de estos negocios se mantiene en la calle Morelos norte. El lugar luce como los otros: estantería atiborrada de libros de diferentes tamaños, editoriales, autores, nacionalidades, temáticas y colores. Algunas artesanías, arte objetos, películas y cuadros. Hay también una pequeña mesa para disfrutar un café y un libro.
El responsable del lugar se llama José Abraham, quien platica a Quadratín que sorprendentemente el libro usado se mueve mucho, por lo económico en comparación con lo que cuestan nuevos, “por recomendaciones y los que nunca han leído, de repente les dicen que vengan a buscar uno de García Márquez, que aquí encontrarán en 90 pesos, pero en Sanborns lo encuentran en 200” dice Juan.
Cuenta que es una forma de enganchar a la lectura, “mandan a los muchachos a comprar El Quijote, El Principito, y algunos clásicos”.
Juan asevera que los que más acuden a su tienda son señores hombres de cincuenta años para arriba, que son coleccionistas, porque prefieren el libro de papel, al contrario de nos más jóvenes, quienes bajan los archivos de internet o leen en línea.
Los señores que suelen llegar, buscan sobretodo filosofía, y algunas veces historia, “me piden los Diálogos de Platón, Nietszche, pero los libros de filosofía son difíciles de conseguir”.
El responsable del lugar explica que normalmente las personas llegan con “bonches” de libros que a veces no puede revisar, así que pueden haber libros muy interesantes.
Los libros que no pueden faltar aquí son los de Gabriel García Márquez, siempre los buscan, siempre los piden, dice José mientras coge uno y lo muestra. Explica que son imprescindibles los de J. R. R. Tolkien, de La Comunidad del Anillo y el Hobbit, y los de J.K. Rowling como la serie de Harry Potter, “cuando hay alguna película, hay que tener el libro”
Asegura mientras se va levantando para atender a dos jóvenes que entran a la tienda.