Se extinguen los camoteros

MORELIA, Mich., 15 de julio de 2015.- Transitando por las diversas calles de Morelia con su carrito y su singular sonido que indica que se encuentran cerca, es como los camoteros venden este dulce acompañado de leche condensada o miel a sus consumidores, aunque cada día es menos común encontrar algún vendedor de este producto.

A palabras de Gildardo Martínez Bedolla, quien toda su vida se ha dedicado a preparar y vender camotes, explica que la preparación de este dulce tarda aproximadamente hasta 3 días, ya que se tiene que dejar remojar y exponer  los camotes al sol con anticipación para que estos estén suaves, ya que son muy duros cuando están crudos.

Posteriormente cuando están suaves se ponen en una vaporera con azúcar y piloncillo, procurando que los camotes blancos agarren su característico color miel que tanto gusta a la gente, para ponerlos  en el carrito y con leña para   mantenerlos calientes y listos para ser consumidos, cuyo precio oscila entre los 20 el cuarto de kilo.

Gildardo Martínez, señala que llega a invertir  entre unos 250 o 300 pesos al día en la preparación de sus camotes, donde asegura en una buena venta llega a ganar hasta 550 pesos; siendo la temporada de lluvias e invierno la mejor temporada de ventas para este producto y los meses de calor la peor, ya que la gente lo consume menos y el precio del camote crudo aumenta.

El característico sonido que emiten los carritos que venden camotes, proviene de una pequeña válvula de paso de agua que emite presión a unas calderas haciendo que suene como flauta, siendo usado este sonido a presión el indicativo que de que encuentran cerca y listos para ofrecer este dulce para cenar.

En cuestión de vendedores, Gilberto Martínez menciona que la venta de este producto ha descendido de manera considerable, siendo el alza de productos como el mismo camote, el azúcar o piloncillo uno de los factores determinantes para que dejen de vender, así como la competencia en venta de otros alimentos como tamales y elotes se posicionan en el gusto de la gente, prefiriendo vender estos productos.