Cuarto poder acertó Xóchitl
¡Ay Lorenzo!
“Aunque estés solo, no debes decir ni hacer nada malo. Aprende a avergonzarte más ante ti que ante los demás”. Demócrito de Abdera (460 A.C. – 370 A.C.). Filósofo griego.
El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, simplemente y como decimos entre amigos, enseñó el cobre.
Al inicio de esta semana se hizo pública en YouTube una conversación telefónica de Lorenzo Córdova con el secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, donde el consejero presidente se burló categóricamente de indígenas chichimecas y de los padres de los normalistas de Ayoptzinapa desaparecidos.
Si bien es cierto que la grabación de dicha conversación privada telefónica es ilegal y que es una situación que no tendría que darse en nuestro país, finalmente ya es pública y seguramente ha lastimado a buena parte de la población al conocer que en una de las instituciones más importantes del país, esté a la cabeza un personaje, que de menos, es incongruente.
Tras semejante situación, Córdova Vianello pidió una “disculpa franca” a quienes se sientan ofendidos, luego de que se refirió, según sus propias palabras, “de manera desafortunada y poco respetuosa hacia los interlocutores de aquella región”.
Sin embargo, en dicha conversación, Lorenzo Córdova también ofendió a los padres de los normalistas de Ayotzinapa que siguen desaparecidos y con quienes consideró tuvo “dramáticas reuniones”. Y qué esperaba, no tienen certeza de qué pasó con sus hijos, no están convencidos ni siquiera, de que estén muertos, porque a su juicio no hay pruebas suficientes. ¿Qué esperaba el presidente del INE de una reunión en semejantes circunstancias?
Pero además, advierte que tendrán que elaborar las “crónicas marcianas desde el INE” e infiere que de lo contrario terminarán con el psiquiatra.
En su disculpa pública, donde por cierto no aceptó preguntas de los periodistas, informó que ya presentó denuncia ante la Procuraduría General de la República, contra quien resulte responsable, por la evidente e indebida intervención telefónica de la que fue objeto.
Indudablemente que en su denuncia tiene razón, pero también es cierto que quedó de manifiesto su incongruencia y una ausencia de respeto a las circunstancias diferentes de otros ciudadanos.
Ante la crisis de credibilidad que padecen las instituciones mexicanas, incluidas las “ciudadanas” electorales como el INE, que sobreviven con críticas de haberse construido a base de cuotas partidistas, impactará sobre manera dicha conversación telefónica.
Vale recordar que desde el nacimiento del INE no han cesado las críticas. Primero los cuestionamientos sobre si era necesario cambiar el nombre y desperdiciar cualquier cantidad de millones de pesos, sólo en el “cambio de imagen”.
Luego las críticas porque consejeros ganan entre 151 mil y 182 mil pesos mensuales con el sueldo y la compensación garantizada, adicional tienen prestaciones como seguridad social, prima quincenal, otra vacacional, aguinaldo, ayudas para despensa y defunciones, entre otras.
En el mismo renglón, los salarios privilegiados de algunos asesores del INE que cobran mensualmente más de 200 mil pesos. De tal manera que al año los mexicanos le pagan a 134 súper asesores, la módica cantidad de 96 millones de pesos.
Por si no fuera suficiente, dicho Instituto Nacional Electoral se estrena en una contienda con focos rojos en varias entidades del país.
Un INE que además debe hacer funcionar una nueva Ley Electoral que ya ha motivado cualquier cantidad de quejas por inequidades, ataques a libertades de expresión y de información o contradicciones como anular una elección si se demuestra que el candidato ganador rebasó los topes de campaña, aunque dicha sanción quedaría sin efecto si dicho candidato ganador, lo hizo por más de 5 puntos porcentuales.
En fin, la Ley es responsabilidad de los partidos políticos y sus representantes en los Congresos federal y estatales y la difusión de la llamada telefónica nace de una ilegalidad, pero finalmente resulta un duro golpe a Lorenzo Córdova y por supuesto al INE, que por cierto, también obliga a descubrir a quién le conviene desprestigiar de tal manera al Instituto Nacional Electoral.
Mientras tanto, seguramente una disculpa pública y una denuncia ante la PGR no le alcanzarán a Córdova Vianello, quien ya debe convivir con las críticas que circulan por todos lados, donde lo menos que le piden es que renuncie… Y me imagino, deberá estarlo considerando.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.