Taekwondo viaja con nueva selección a Panamericano Senior en Brasil
MORELIA, Mich., 14 de septiembre de 2014. El director del Centro de Desarrollo Empresarial Familiar, Imanol Belausteguigoitia Rius, destacó que tan sólo una de cada tres empresas familiares logra sobrevivir y pasar con éxito a la siguiente generación.
Calificó esta situación como “dramática” y aportó varias recomendaciones al respecto en el marco del décimo quinto Congreso de Competitividad y noveno foro PYME, que tuvo lugar esta semana.
Por un lado, en la mayoría de los casos el origen del fracaso se encuentra en el importante efecto que causa la dimensión familiar implícita y que no se debe olvidar, así como también está presente el aspecto empresarial y económico.
“Siempre que se crea una empresa surge con la intención de que perdure en el tiempo a través de los hijos, por lo que en la medida en que las relaciones de afecto entre la familia se mantengan en buen estado, la empresa familiar va a continuar”, expresó.
Dijo que precisamente las relaciones afectivas entre los miembros de la familia son una de las fortalezas de este tipo de empresas, pero también se puede convertir en uno de los contras fundamentales, puesto que “el manejo familista donde se prioriza la lógica familiar en vez de manejarse con una lógica empresarial puede ser eventualmente destructiva”.
En cuanto al nivel de competitividad, aseguró que se debe potenciar y no olvidar “el toque empresarial que se requiere para ser más eficaces y competitivos en el mercado, desde el punto de vista económico”.