Paz y NEM
I de dos partes
La gran familia de Cristo comparte la suerte del pueblo. Viven una simbiosis, aunque no se confunden. La Iglesia en el mundo es germen del Reino de Cristo, al que sirve.
La fe en Dios ha acompañado la vida del pueblo desde los tiempos primitivos.
Aunque hay personas que viven sin fe, son pocas, a veces hacen mucho ruido.
La fe ha acompañado al hombre en su búsqueda existencial, trascendente, no desprovista de misterio, en la conquista de la utopía, de la patria ideal.
La marcha del pueblo es trabajo, batalla y celebración. Para vivir la alianza con el Señor de la historia y caminar en su compañía, el pueblo inventa la fiesta que es alabanza y adoración a Dios.
Los pueblos mesoamericanos, prehispánicos eran hondamente religiosos y festivos. Sus danzas, cantos, arte decorativo sobreviven en las tradiciones como ecos de sus fiestas hermosas y alegres. Forman parte del rico sustrato cultural del pueblo católico de México.
En la vertiente de la cultura española, también encontramos tradiciones festivas, preciosas, de armonía y colorido, como las danzas de los moros, las procesiones en honor de los Cristos y de la virgen.
Aunque el pueblo ha sufrido mucho por las conquistas, dominación de pueblos más poderosos, desigualdad social e injusticias, lleva viva en su corazón la fiesta que estructura su tiempo y marca jalones importantes en el año y la vida.
Tras su semblante de amargura, tristeza, sufrimiento brilla el gozo cuando toca la banda, se encienden las luces de la pirotecnia, entra en la fiesta y se olvida de todo.
La Iglesia de Cristo no es primeramente, como muchos lo perciben, el pueblo de la prohibición y el masoquismo, es el pueblo de la fiesta y la alegría. No es un pueblo aburrido o apático.
El pueblo trabaja y sufre pero también celebra fiestas, el pueblo se metamorfosea y cambia su aspecto, la gente, en cierta manera se sale del tiempo rutinario y se alza a un mundo diferente.
La Iglesia de Cristo ha heredado del judaísmo sus fiestas. La fiesta central de todos los pueblos es la Pascua de Cristo que se prepara históricamente en la pascua de los judíos, a la que da una realización cabal y trascendente.
Heredó las celebraciones jubilares, el año jubilar que tenía lugar cada cincuenta años.
Los fieles de Cristo que peregrinan en la Diócesis de Morelia viven una celebración jubilar, las bodas de oro sacerdotales del Señor Arzobispo Alberto Suárez Inda.
Es una celebración que invita y congrega principalmente a la gran familia cristiana que peregrina en la diócesis de Morelia, con sus parroquias michoacanas y las de tierra guanajuatense. Todos pueden participar en la fiesta usando de los medios de comunicación que ofrece una tecnología de punta.
Las señales de radio, TV e internet suprimen el espacio y hacen de la audiencia la asamblea global.
La celebración tiene lugar en la ciudad santa de la diócesis, en Morelia, de ahí debe irradiarse a todas las comunidades.
Se actualiza en todas las iglesias, parroquias, rectorías por el poder de Cristo que ofrece su sacrificio redentor presente sin estar está atado a las leyes del espacio y del tiempo.
Las comunidades están invitadas a unirse en una misma oración en la hora santa del jueves siete de agosto a las 7 de la tarde con los mismos sentimientos de gratitud por el ministerio del arzobispo Alberto.
Lasciudades y los pueblos, las colonias y los ranchos están invitados a unirse en la misma celebración.
El momento central lo ocupa la eucaristía del ocho de agosto a las 11 de la mañana, se pueden unir en vivo y en directoa la celebración por la imagen y el sonido de los medios electrónicos de comunicación.
Están invitados a formar una asamblea nueva, mediática, de multitudes, unidos en el tiempo y suprimiendo el espacio por las ondas de comunicación. Será una asamblea real, grandiosa.
En un país que ha adolecido de líderes honestos, que busquen el bien común no el propio y el progreso nos las crisis recurrentes, la figura del obispo tiene un gran relieve en la dinámica social.
Señalo sólo unos rasgos mayores. Es profeta, visionario, tiene la sabiduría de Dios para conducir a la sociedad a su bien verdadero, a un futuro de progreso, con igualdad de oportunidades y sin miseria, de fraternidad y sin violencia, de verdad y honestidad y sin mentiras ni falacias.
Está metido en los procesos históricos y los problemas, los interpreta con la sabiduría de Dios. Impulsa hacia las soluciones verdaderas.
En una era de individualismo y aislamiento es promotor de comunidades fraternales, donde los hombres viven la confianza, el servicio mutuo y hacen realidad el mandamiento del amor.
Tiene muchas tareas más para lo cual está dotado de dones excepcionales.
Quienes comparten el tesoro escondido de la fe católica, únanse a la solemne celebración, quienes no lo comparten pueden también entrar en la fiesta jubilar de la alegría.
La transmisión se hará por la televisora María Visión, por las estaciones de radio: Las Cuarenta Principales en 570 de AM y 90.1 de FM, Radio la Consentida de Acámbaropor el 890 de AM y sus respectivas páginas de internet.