Muere hombre ahogado en lago de Jacona
MORELIA, Mich., 26 de noviembre de 2013.- “Cuídate Felipe Calderón. Reza a tu santo”, le tuiteó uno de los grupos criminales, confió el ex presidente mexicano al periódico paraguayo ABC Color en una extensa y reveladora entrevista que publica el diario sudamericano en su portal electrónico.
Entrevistado acerca de una presunta asesoría al presidente paraguayo Horacio Cartes –que, por cierto, desmintió-, Felipe Calderón Hinojosa define las razones que motivaron la estrategia de guerra contra el narcotráfico que dejó un saldo de más de 80 mil muertos, aceptó en la entrevista.
Los delincuentes “estaban prácticamente secando a la sociedad. Ya no los podíamos evadir más. Se tenía que poner un alto a la criminalidad. Se estaban convirtiendo en los mandamases de México”, señaló el también becario de la Universidad Harvard.
Por ello, “mi objetivo primordial no fue perseguir al narcotráfico per se. Más que una lucha al narcotráfico en sí mismo, fue una batalla por la seguridad pública que estaba comprometida y amenazada por actividades criminales de diverso tipo, entre ellas, las de criminales organizados que en su origen solo se dedicaron al tráfico de drogas. Con el tiempo se pasaron a otras actividades ilícitas: secuestrar, extorsionar, establecer focos de corrupción, a tal punto de extraer toda la renta”, señaló en la entrevista.
Para Calderón Hinojosa, “la violencia se debe no a la acción del gobierno, fundamentalmente, sino a la expansión territorial de esos grupos criminales. A la hora de disputarse un mismo territorio se enfrentaron en forma terrible entre ellos. Los enfrentamientos cárteles contra cárteles provocaron una ola de violencia enorme”.
En la entrevista explica que el negocio de los cárteles es la distribución de drogas y el control d los puntos de venta, por lo que para ellos “la clave fue el control territorial, algo que no les interesaba” antes.
En su administración dijo que las cosas se complicaron porque “honestamente, había pueblos y ciudades donde la policía estaba totalmente carcomida por la corrupción. Es una desgracia, pero la corrupción es un mal endémico de México. Acabó la seguridad. Con su poder sobre la policía extorsionan, secuestran empresarios, cobran cuotas a la tienda de la esquina, cobran por protección a los comerciantes, a los ganaderos.
Hoy, “es el crimen organizado. Ya no es narcotráfico. Es un tema de renta sobre la sociedad, concluyó el ex presidente.