Discriminación laboral, principal problemática de la comunidad LGBTQI
MORELIA, Mich., 15 de noviembre de 2023.- A 10 días de la violación y homicidio de un menor de seis años en Zinapécuaro, presuntamente a manos de su padre, el juez Félix Francisco Cortés Sánchez resolvió la vinculación a proceso del sospechoso y mandó un contundente mensaje: “ningún niño puede ser objeto de la violencia y brutalidad que sufrió el infante; no hay explicación razonable, ni el contexto de las drogas o la violencia”.
Los conceptos legales y todo el lenguaje abogadil utilizado en las audiencias este miércoles fueron rebasados por las emociones, el coraje, la náusea que provoca la violencia desbordada.
Abogados penalistas del público no soportaron el relato de los datos de prueba, los testimonios y confesión del detenido.
Entre lágrimas, una abogada anotaba, mientras la abuela del menor y madre del imputado escuchaban con atención al juzgador, con una mueca de disgusto.
El juez de la causa penal 1278/2023, Félix Francisco Cortés Sánchez, explicó su resolutivo con un rostro desencajado, ¿era el argumento del entorno violento, la depresión y el uso de sustancias motivo razonable para atacar a un menor?
En esta primera parte del proceso penal, la respuesta fue no. Para Cortés Sánchez no, la investigación complementaria lo va a confirmar o negar.
Al pequeño su padre no sólo le arrebató la inocencia, según la teoría de la Fiscalía General del Estado, también su corazón, literalmente.
A Kevin lo sepultaron sin ese órgano, que no ha sido localizado por las autoridades, hecho que al juez evidentemente molestó y hasta puntualizó la gravedad de ello en las investigaciones, en el bienestar de los seres queridos del niño.
Retomando tratados internacionales y protocolos de atención diferenciada, Cortés Sánchez enfatizó que el presunto agresor estaba en una posición de superioridad y tenía la obligación de cuidar al menor.
Era su principal cuidador, además no tenía antecedentes de daños psicológicos ni psiquiátricos; rechazó de forma contundente lo expresado en su testimonio, que presuntamente fue motivado para evitar que el menor sufriera el mismo bullying que él.
El relato del juez de control cayó como una lápida sobre la cabeza del imputado, Jordan H., que clavó su mirada al suelo. Los efectos de las drogas pasaron, sólo era la voz del juzgador.
Kevin vivió apenas seis años, dos de ellos en familia, con el imputado y su madre, pero después ella lo abandonó al cuidado de su padre, rehizo su vida con un pariente cercano al detenido. Los siguientes años de su vida los pasó con su padre y abuela, todo parecía normal.
Un papá soltero ordinario que seguía con su vida, pero algo sucedió a inicios de noviembre porque la madre de Kevin fue por él, argumentando que no lo estaban llevando a la escuela.
Luego de varios días reapareció Jordan H., imputado, y se lo llevó de regreso a su vivienda.
Por la teoría expuesta por la Fiscalía, entre el 6 y 7 de noviembre, ya estando con el acusado, el pequeño sufrió violación equiparada y después fue agredido en 34 ocasiones con unas tijeras, pero no suficiente con ello, le abrieron el tórax y le quitaron su corazón.
Ante aquel escenario, presuntamente el padre Jordan H., intentó quitarse la vida, pero fue sorprendido por su madre, quien también se percató de la condición del menor y dio parte a las autoridades.
Fue detenido cuando sufría convulsiones y después de 10 días de detención, este miércoles se resolvió la vinculación a proceso y prisión preventiva oficiosa.
El conjunto de evidencias tocó las fibras del juez que, confesó, en los años que lleva de servicio, nunca vio un hecho semejante. De allí, su reflexión: “ningún niño puede ser objeto de ese grado de violencia”.