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MORELIA, Mich., a 10 de enero de 2019.- En México persiste la insuficiencia en la inclusión de las mujeres en la escena política, en sus distintos niveles, además de una capacitación y una formación mínimas en materia de perspectiva de género para las mujeres que incursionan en las esferas de toma de decisiones en el país, coincidieron especialistas participantes en el conversatorio Mujer y Justicia.
Elvia Higuera, Sheila Montaño, Blanca Santoyo y Marisol Moreno, quienes se han destacado por sus trayectorias en áreas de género, moderadas por Norma Alfaro, dialogaron sobre las problemáticas que aún registran las mujeres en México para acceder a cargos públicos, algunas de las cuales derivan de las condiciones sociales, que privilegian la participación de los varones, en tanto que otras proceden de la divergencia entre género y sexo.
Así, Elvia Higuera destacó que la sociedad aún no garantiza el pleno acceso de ellas a los puestos de toma de decisiones, aunado a que no todas las mujeres que arriban a estos cargos tienen consciencia de género, lo que se traduce en una merma del impacto favorable de su presencia para este segmento de la población.
“Cuerpo de mujer no siempre equivale consciencia de mujer”, expuso.
Por su parte, Sheila Montaño refirió que es necesario impulsar la construcción de políticas públicas que permitan la incorporación de las mujeres en la vida pública del país, sin que ello represente el abandono de otros rubros de sus vidas, ya que al momento las mujeres que aspiran a participar dela toma de decisiones públicas aún deben realizar sacrificios mayores que sus homólogos hombres, en términos de tiempo para su desarrollo personal y familiar, por ejemplo.
Estos sacrificios exigidos a las mujeres que pretenden incursionar en ámbitos tradicionalmente reservados para los varones, señaló Blanca Santoyo, llevan a la asignación de la responsabilidad a las mujeres de la desatención de los hijos.
Las especialistas reiteraron la necesidad de incentivar no sólo la cantidad de mujeres que ingresan a cargos políticos, sino su formación, para garantizar la obtención de avances en el posicionamiento de las mujeres en los órganos directivos de la república.
Ello, sin caer en una lucha contra los varones, ya que no es el objetivo del feminismo ganar espacios para las mujeres a costa de los hombres, sino lograr un equilibrio que posibilite el adecuado desarrollo de los individuos, con independencia de su sexo o enero.