Trasiego de drogas en mar territorial de LC, delito federal: edil
MORELIA, Mich., 17 de diciembre de 2014.-Aunque la migración produce ingentes beneficios económicos y sociales, tanto en las naciones de origen como en las receptoras, también puede tener consecuencias indeseables.
De acuerdo con un comunicado de prensa, si bien muchos migrantes pueden trasladarse, laborar y vivir en condiciones dignas, otros se ven obligados a abandonar sus territorios debido a la pobreza, la falta de un empleo adecuado, las violaciones de sus derechos humanos, un conflicto armado o la inseguridad. En sus nuevos hogares muchos son discriminados, explotados laboralmente y no se les reconocen sus aportes a la sociedad que les dio abrigo.
“Los migrantes mexicanos son una fuerza de trabajo fundamental, no sólo en Estados Unidos, cuyo mercado laboral los necesita, sino también en nuestra nación, pero el país los quiere fuera por las divisas que envían”, dijo Ana María Aragonés, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
En el marco del Día Internacional del Migrante, que se conmemora este 18 de diciembre, la especialista en el tema comentó que éste surgió para darles su lugar en el mundo y es una llamada de atención sobre su importancia en la economía de los territorios involucrados.
Los recursos enviados desde Estados Unidos son importantes para México. Aunque su monto no es más alto que los ingresos petroleros, sí supera la inversión extranjera directa, abundó la académica.
En los primeros nueve meses de 2014, nuestro país recibió 17 mil 585 millones de dólares por ese concepto (tan sólo en septiembre la cifra fue de mil 957 millones de dólares), la cantidad más alta desde 1997, año en que, en el mismo lapso, entraron 19 mil 762 millones de dólares.
Mientras, en 2013 las remesas totales (anuales) ascendieron a 22 mil millones de dólares. Esta situación coloca a nuestra nación en el cuarto lugar mundial en ese ámbito, sólo después de China, India y Filipinas.
Aunque el desplazamiento hacia la Unión Americana no es nuevo, los grandes flujos desde 1994 son resultado de la incapacidad de nuestros gobiernos para crear empleos necesarios y bien pagados.
Muchas comunidades están casi abandonadas, sólo se quedan los viejos y los niños porque ahora las mujeres también se van, y ya se habla de la feminización de la migración, remarcó.
También, indicó que la migración muestra un proyecto nacional que expulsa. “Yo lo llamo un proyecto exportador de trabajadores, porque no es creador de empleos, de industrialización o de apoyo al campo, sino de trabajo-exportador”.
Nuevos destinos
Por años, el sur de EU –California, Texas, Nuevo México, Arizona y Florida–, además de Chicago, fueron el destino tradicional de los connacionales. Ahora los nuevos puntos de llegada están formados por las industrias procesadoras de pollo establecidas, sobre todo, en el ámbito rural de Maryland, Carolina del Norte y Georgia.
Gracias a la beca Fulbright por parte del Departamento de Estado de EU, la académica estuvo como profesora invitada y realizó labores de docencia e investigación en la Universidad de Salisbury, Maryland.
Ella y otros investigadores analizaron qué ocurría con los trabajadores indocumentados y encontraron que se habían formado nuevos destinos; Maryland era uno de ellos debido a que algunas de las principales procesadoras de carne se habían establecido ahí.
Estas empresas abandonaron sus sedes urbanas por zonas más agrícolas, porque era importante estar cerca de los productos que necesitan los animales, y hacia allá se fueron los indocumentados.
En las grandes urbes los empleados estaban sindicalizados, muchos eran blancos con salarios altos. En los años 90 ganaban de 10 a 12 dólares por hora.
A estas plantas empezó a llegar un nuevo tipo de trabajadores, principalmente indocumentados, a los que algunas empresas les pagaban cinco dólares la hora, señaló.
La industria de los documentos
Como es difícil tener documentos que les permitan laborar, acuden a la industria de la falsificación. “Con estos papeles consiguen un empleo y pagan impuestos, pero como son falsos no pueden recuperarlos con el tax refunds o devolución de impuestos, de los que se apropia el Estado, y son muchos millones de dólares. Tampoco tienen seguridad social, así que si enferman, tienen que costear un médico particular”.
En Carolina del Norte está el triángulo de la investigación o Research Triangle Park, cuyas esquinas son Raleigh, Durham y Chapel Hill. Ahí se hace investigación científica en todas las áreas del conocimiento. Se creó hace más de 50 años, pero recientemente ha tenido auge, y como los investigadores necesitan buenas casas, restaurantes, calles y jardines, muchos inmigrantes llegaron a ese lugar.
Además, en las casas se necesitan mujeres que apoyen con el cuidado de los niños para que las madres puedan salir a laborar, ya sea en la investigación o en otro tipo de ocupación, remarcó.
En México no habíamos reparado en la importancia de los flujos migratorios, en que son seres humanos y que debemos luchar para que no violen sus facultades. Por otra parte, ese fenómeno debería ser entendido como un derecho humano, pero el problema es que naciones como la nuestra –que lo tiene como una válvula de escape social– no genera las plazas suficientes para retener a sus trabajadores, los expulsa y espera sus remesas, finalizó.